Juanes parece vivir uno de los mejores momentos de su vida personal y profesional. Este año, con el lanzamiento de Vida Cotidiana, considerado por buena parte de la crítica como el mejor de su carrera, el colombiano demostró la consolidación de su voz musical y su esencia como artista.
También la estabilidad de su vida familiar, al lado de Karen Martínez, su esposa desde hace más de 20 años, y de sus tres hijos. De hecho, en entrevista con SEMANA, el artista paisa confesó que esa relación logró sobrevivir no solo a los rigores de la pandemia y las cuarentenas, sino a un duro episodio que por poco termina en una dolorosa separación.
Así lo quiso destacar precisamente la prestigiosa revista RollingStone, que lo convirtió en su portada del mes de julio.
La publicación estadounidense comienza por destacar la inocencia y la pasión de su etapa con Ekhymosis, y sus primeros años como solista a comienzos de este siglo. “Luego vino un éxito impresionante, un vínculo profundo con un público inmenso, y esto —como es apenas lógico— trajo presiones que, con el tiempo, se volvieron inmanejables. Esa situación se refleja, hasta cierto punto, en P.A.R.C.E., un disco que estuvo muy lejos de las expectativas de la audiencia y los medios, acostumbrados a éxitos como Fíjate bien, A Dios le pido, La camisa negra, Me enamora o Es por ti.
Juanes confesó en RollingStone que P.A.R.C.E. “es un disco muy regular porque estaba en la inmunda, estaba muy deprimido, fumaba mucho, tomaba mucho, estaba destrozado, yo venía hace por ahí dos años con una cosa dentro que me estaba matando”, aseguró.
Ese proceso, agregó, le llevó a un punto en el que sintió que tocó fondo. Y, mientras presentaba un show en Washington, sintió que ya no podía más. “Fue muy doloroso recordar todo lo que había luchado para llegar a ese punto y sentir la necesidad de abandonarlo todo. Las giras, las responsabilidades de la fama y sus compromisos le habían alejado por mucho tiempo de su camino y de su gente, en una etapa que hoy compara con la posibilidad de correr un premio de Fórmula Uno sin entrar a los pits; el éxito estaba pasando la factura”, se lee en la publicación.
Incluso fue más allá y recordó que, hace poco, en el podcast del actor Santiago Alarcón (Meterse al rancho) aseguró que en algún momento se había sentido “desvirtuado artísticamente, haciendo mierda y música horrible”.
Al respecto, la revista destaca que “un artista necesita mucho carácter para reconocer eso ante un micrófono, y Juanes cree que la tranquilidad para decir una cosa así es algo que viene con los años, y que probablemente antes no se habría expresado de esa forma. Sin embargo, esos golpes de realidad fueron lecciones que le permitieron llegar hasta el punto en el que presenta lo que para él es el mejor álbum de su carrera”, Vida Cotidiana.
“Yo no ando buscando millones de likes”, dijo a Rolling Stone. Y fue más allá: “No estoy esperando, ni pensando realmente, en que la radio ponga estas canciones. Que lo escuche quien quiera, el que sea”. Es evidente que el paso del tiempo le ha ayudado a perder el miedo y a manejar mejor sus expectativas de cara a lo que podemos entender como ‘éxito’. “Si vos tenés las expectativas muy altas, vas a sufrir mucho”, dice.
“¿Con quién te comparas hoy en día para considerarte exitoso? ¿Con Bad Bunny o estos manes que son ultrahipermegagigantes porque hacen la música que consume hoy en día la juventud?”, y la pregunta, dice el autor del artículo de RolllingStone nos lleva a pensar en la longevidad, en las posibilidades que tendrán las figuras virales de hoy para que alguien se interese por sus canciones dentro de 20 años.
Sobre Vida Cotidiana, Juanes asegura que hizo “el disco que quería hacer, me sentaba, lo escuchaba una y otra vez, y decía, ‘Esto me fascina’. Puedo decir que me representa al 100 por ciento”.
Se trata de un disco en el que el amor vuelve a ser protagonista, resalta la revista, “pero busca ir más allá del amor de pareja, explorando las relaciones con su patria, con su familia y con diversos aspectos de la vida. La canción Vida cotidiana habla del vínculo con Luna, su hija mayor; Mayo y Canción desaparecida (con Mabiland) se refieren a la dura realidad sociopolítica de Colombia. Juanes calcula que el 70 por ciento de sus canciones pueden ser malinterpretadas, probablemente hacen referencia a un determinado tipo de relación, pero los medios y el público terminan creyendo siempre que hablan de amor romántico.