El pasado 18 de mayo Juanes lanzó el que considera su álbum de estudio más íntimo y personal, Vida cotidiana, un trabajo que recoge sus profundas visiones sobre el amor, la familia y su país.
En entrevista con SEMANA, el paisa dialogó sobre este trabajo discográfico y aseguró que Vida cotidiana son once canciones que revelan los demonios y alegrías de un artista de 50 años, la mitad de los cuales ha estado en la memoria de los colombianos, y que mira ya su larga trayectoria con la tranquilidad de los sueños cumplidos.
Por eso, sin dudarlo, asegura que, si por algún motivo ajeno a su voluntad este fuera el último gran proyecto de su carrera artística, se iría satisfecho porque lo entregó todo. “Si este es mi último álbum por alguna razón de la vida, quisiera que fuera mi mejor álbum. Mi álbum más honesto, mi álbum más real”, se le escucha decir.
Se trata de “un viaje introspectivo maduro y fascinante... Juanes ha salido de su noche oscura del alma para ofrecer algo único e inspirador”, como lo reseñó la revista Rolling Stone.
“Vida cotidiana –dice la voz de grandes temas como Camisa negra, Para tu amor, Es por ti y A Dios le pido– son canciones que hablan de la cotidianidad de los sentimientos, de mi vida personal, de las relaciones con mi esposa, con mis hijos y con Colombia”.
Canción desaparecida
Sentado en la mesa de su casa en Envigado, Juanes confesó en SEMANA que, en los últimos tres años, las marchas ocurridas en Colombia le “generaron muchos sentimientos encontrados, desde la esperanza hasta la preocupación, la frustración y, después, la confusión absoluta”.
Parte de esa desazón se siente en Canción desaparecida, un tema que narra “la historia de las desapariciones forzadas y todo lo que ha generado este conflicto tan eterno”.
Precisamente, este miércoles lanzó el video que acompaña esta canción. Inspirado en hechos reales, en Canción desaparecida y en colaboración con la artista Mabiland, el cantante se pregunta: “Dónde están los estudiantes / dónde están los campesinos / dónde están los que aquí estaban / sus madres y amigos preguntan / a los que han mentido... A todos los desplazados / Ojalá llegue justicia / A los que nos han quitado/ Los recuerdos no se van / seguirán iluminando”.
La punta de lanza de esta composición fue una transmisión en la que el artista comenzó a ver a “exparamilitares, exmilitares y expolicías hablando de cómo habían cometido los más aterradores hechos de violencia en el país. Y al frente de ellos estaban mamás y papás de familiares desaparecidos. Me pareció muy fuerte, me movió mucho el piso”, relató en SEMANA.
Canción desaparecida es entonces un tema poderoso sobre “la trágica pérdida y la necesidad de recordar; se inspira en las recientes revelaciones sobre los cientos de miles de compatriotas colombianos que se convirtieron en desaparecidos durante el largo periodo del conflicto en Colombia”, asegura el artista.
Por ello, para el video, el ganador de veintisiete premios Grammy invitó a la compositora y rapera afrocolombiana Mabiland. Los dos artistas se unieron al galardonado director Kacho López Mari para filmar en Antioquia, Colombia.
“Durante muchos años Colombia ha vivido una situación social y política difícil. El gobierno creó la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y empezamos a escuchar lo que le pasó a la gente, historias difíciles, violentas, de personas desaparecidas. Para esta canción me inspiré en Juan Mosquera (periodista y poeta de Medellín), quien tuvo un acercamiento a las víctimas y quien me ayudó en la lírica. En esta canción también participa Mabiland, una artista de Quibdó, una mujer especial y muy talentosa”, dice Juanes.
La desgarradora realidad de Canción Desaparecida se expresa de manera contundente aún más evidente con las escalofriantes estadísticas que se comparten al final del video: “Entre 1985 y 2016 se reportaron 121.768 personas desaparecidas en Colombia. El número de desapariciones forzadas en el país puede superar las 210.000 víctimas. La Corte Penal Internacional considera la desaparición forzada un crimen de lesa humanidad. En Colombia sólo se considera delito desde el año 2000″.