Julián Arango es uno de los actores más versátiles y talentosos del país. Desde un diseñador gay divo y egocéntrico en Yo soy Betty, la fea, hasta un sicario peligroso y no tan astuto en El cartel de los sapos, el bogotano ha demostrado una habilidad innata para darles vida a hombres diferentes. Estos siempre tienen algo que contar, usualmente están del lado de los “malos del paseo” y es una constante que sus roles tengan el rótulo de villanos.
Su más reciente personaje no es la excepción, dejando claro que mantiene un tono muy adecuado para la novela en la que se desenvuelve y que va a la perfección con el resto de personajes, que da luces de una historia muy bien escrita y producida.
Además, es un elenco de actores de primera que no solo logran llevar a cabo una ficción basada en la vida de un hombre de la vida real, sino que logran tener una compenetración perfecta que hasta los convierte en familia.
Arango habló con SEMANA sobre su personaje Evaristo Rendón en Rigo, la nueva novela del Canal RCN que cuenta la historia del ciclista antioqueño Rigoberto Urán.
El bogotano habló de su inspiración para mostrar la envidia de su rol, de lo que disfrutó con sus compañeros en el set y de por qué los televidentes deben verse esta producción.
SEMANA: Otra vez de villano y paisa, pero en un rol muy diferente a los que has interpretado con estas características…
JULIÁN ARANGO (J.A.): Sí, ojalá, porque esa es la preocupación, uno volver a ser paisa y caer en esos momentos… Tenía una cosa muy buena y era que con este personaje me ayudaba la parte de la envidia, de vivir pendiente de los demás, como que me hizo ponerlo en un lugar distinto a los demás villanos paisas.
SEMANA: ¿De dónde sacaste a Evaristo?
J.A.: Me acuerdo que cuando estaba en el colegio había un tipo así, que era el que tenía la plata, entonces era el de la finca, el de todo y todo el mundo tenía que estar a su servicio… Y era muy envidioso. Él no jugaba fútbol y, como yo jugaba bien, él se compró el balón más caro, las medias, el uniforme del Real Madrid, que en esa época era de mandarlo traer… Y era de ‘no presto el balón’, una persona envidiosa… Me acordé de eso y todo lo compraba con plata, entonces Evaristo está inspirado en este personaje.
SEMANA: El elenco con el que trabajas es de mucho nivel, uno en el que también estás, ¿cómo fue la experiencia trabajando con este equipo?
J. A.: Fue magnífico. Ya había compartido con Robinson Díaz y Sandra Reyes en El Cartel… A Juan Pablo Urrego no lo conocía y fue una grandísima sorpresa y un placer haber conocido a un tipo muy talentoso, haciendo un personaje que no era fácil, porque podía caer en el chistín ahí, en la fácil, y él le da un toque emocional muy bonito. Esa escena del cementerio hablando con el papá fue superreal, a lo colombiano. Eso es lo que tiene esta novela, es muy colombiana.
SEMANA: ¿Se salían mucho del libreto para improvisar?
J.A.: Siempre, yo trato de que eso pase, de salirnos del libreto y con Juan Pablo Urrego lo logramos muchas veces, con Sandra Reyes también… Esto nos daba mucha pauta para ‘mamar gallo’ y no hacerlo tan serio, porque a veces los libretos llegan con mucha información y esto lo cogíamos y ‘pram pum’... De verdad, más allá de tener que promocionar la novela, digo que esta sí es de las mejores experiencias que he tenido por el grupo, porque es gente ideal.
SEMANA: ¿Por qué hay que ver Rigo?
J. A.: Porque es una historia inspiradora para una Colombia que necesita reírse e identificarse, saber quiénes somos, cómo somos y que somos un pueblo berraco, de gente echada pa’lante, honesta y que tiene buen sentido del humor… Que se goza la vida y no le pone pereque a nada.