La conocida actriz santandereana Juliana Galvis pasó por el programa de Laura Acuña en su canal de YouTube, La sala de Laura Acuña, que ya va en la temporada 10 con 4 episodios, y contó varios detalles a la presentadora.

Hablaron de todos los temas, desde lo sencillo del acento, pasando por lo doloroso de su vida y el trabajo. Allí la actriz dijo que había estudiado administración de empresas y que su mamá se sentía muy orgullosa de ese logro, al punto de cargar en su billetera una copia pequeña del diploma de su única hija.

Laura recordó que la actriz era muy conocida en su región por trabajar en el canal regional de los santanderes, TRO, desde que era tan solo una joven de 16 años. La actriz empezó a trabajar en Bogotá como modelo de protocolo en diferentes eventos y conoció a diferentes personas del medio, luego grabó comerciales para marcas como Bon Yurt, Comcel, entre otros.

Vestidos de noche Giovanna Maroso. Maquillaje: Edwin Beltrán. Fotografía: Camilo Espitia ©

Tomaba clases de danza en sus primeros años de carrera y contó a Acuña que Amaranta Moral fue uno de sus principales papeles. Por otro lado reveló que tras negarse a tener un mascota, cuando se casó, su esposo le insistió para que tuvieran un perro y entre ellos se acordó que si llegaban a terminar el perro se quedaría con ella. Con el tiempo resultó enamorada de Ramón, el canino que le robó el corazón y que ahora es muy importante para ella.

Pedro Dávila, con quien compartió 10 años de su vida, es el padre de su hija Ágata. Durante la relación se fue a Estados Unidos “con Ágata para hacer un casting en inglés, pero no funcionó” y a su esposo se le abrió una oportunidad de trabajo en México; allí quedó embarazada, sin embargo, poco tiempo después perdió el bebé.

Para ella fue una época muy dura. Posteriormente, viajaron a México y allí intentaron salvar su matrimonio. Pero se separaron finalmente. Además, estuvo en ese país cuando ocurrió el fuerte terremoto. En la entrevista dijo que fue terrible ya que se empezaron a caerse las cosas en momentos en que se encontraba dentro de su vivienda.

Al ver que se le estaba cayendo todo encima oyó una voz que le decía “¡¡sal, sal!!”. Ella salió y apenas lo hizo, el muro cayó por completo. Luego de revisarse la cara, vio que estaba sangrando y comenzó a llamar a toda su familia. “Gracias a Dios ella estaba bien y mi familia también”, aseguró.

La actriz afirmó que todo “fue gracias a Dios y a sus ángeles” y dijo en medio de su preocupación: “Dios dame fuerza”. En ese momento, una mujer desconocida bajó el vidrio y le preguntó hacia dónde iba. Ella le dijo su destino y se fueron juntas, todo eso en medio del desespero.

Fueron cuatro horas de incertidumbre previo al encuentro con su hija Ágata. A la pequeña le parecía genial toda la escena de los edificios moviéndose, pues no entendía lo que estaba ocurriendo. Aseguró, además, que para su mamá fue una experiencia horrible porque dijo que bajar seis pisos para ella era muy complicado, pues no podía moverse tan rápido, pero le pidió a Dios que le ayudara.

La actriz aseveró que aprendió que “uno no debe salir de su casa enojado, ni tampoco acostarse bravo o molesto con su familia”. Ese día Juliana lo entendió. La entrevista fluyó con Laura entre risas, lágrimas e impacto tanto para la presentadora como para su audiencia.