Un año y medio antes de su muerte, en diciembre pasado a los 94 años, Míjail Kalashnikov escribió una carta dirigida al patriarca de la iglesia, Cirilo I, en la cual se preguntaba si era culpable de las muchas muertes causadas por su creación.Las dudas le causaban un profundo dolor del alma, escribió el diseñador. "Mi dolor espiritual es insoportable. Sigo haciéndome la misma pregunta sin resolución: si mi rifle le quitó la vida a personas, ¿podría ser que yo sea culpable de esas muertes, aun cuando fueran enemigos?", se preguntaba.Sin embargo, un portavoz de Cirilo I dijo que cuando las armas sirven para defender la patria, la Iglesia Ortodoxa apoya a quienes las crearon.Se estima que más de 100 millones de rifles AK-47 se han vendidos en todo el mundo. Han sido de uso regular de ejércitos, grupos rebeldes y extremistas.La carta, publicada por el diario Izvestia, no fue escrita a mano sino en computadora, impresa en la papelería personal de Kalashnikov y acompañada de una temblorosa firma. Según el Servicio Ruso de la BBC, Kalashnikov se lamentó varias veces en público de que se hubiera hecho famoso por crear el arma.Sin embargo, rechazó tener responsabilidad alguna en las miles de muertes por su uso. "Mi meta era crear armamento para la protección de las fronteras de mi patria", afirmó en un entonces. "No es mi culpa que el Kalashnikov fuera utilizado en muchos sitos con problemas. Creo que la culpa de eso la tienen esos países y no los diseñadores".Defensa de la fe y la patriaKalashnikov diseñó el rifle en 1947 para el ejército de la otrora Unión Soviética, en pleno auge de la Guerra Fría y fue públicamente elogiado y promovido por las autoridades. En aquella época un soviético, especialmente un héroe de la nación, no podía declararse otra cosa que ateo. Pero en su carta al patriarca de la Iglesia Ortodoxa, el famoso diseñador se describe como un esclavo de Dios y un cristiano ortodoxo.Según el documento, Kalashnikov empezó a ir a misa a los 91 años y luego fue bautizado. Escribió que, con la ayuda de amigos, se convirtió en un creyente quien se opuso a la construcción del museo en la ciudad de Izhevsk que lleva su nombre, al tiempo que apoyó la restauración de la iglesia de San Miguel, que había sido demolida en 1930.Alexander Volkov, secretario del patriarca, confirmó al diario Izvestia que el líder de la Iglesia Ortodoxa recibió la carta y le respondió personalmente. La postura de la iglesia, según Volkov, es de apoyo a quienes crean armas para la defensa de la patria. "La iglesia apoya tanto a sus creadores como a los solados que las usan", habría dicho.El presidente del Departamento Sinodal para la Iglesia y la Sociedad, capellán Vsevolod, dijo que no considera la carta como un testimonio de remordimiento."La Iglesia Ortodoxa se opone a la agresión contra cualquier pueblo, pero apoya incondicionalmente el uso de la fuerza y el uso de armas en casos en los que el pueblo es atacado", expresó el capellán."La iglesia bendice y consagra las armas para que sean utilizadas con buenos propósitos. O sea, para proteger la fe, la vida y la patria", concluyó.Ejércitos, rebeldes y extremistasEl rifle Kalashnikov más famoso, el AK-47, fue adoptado por el ejército soviético en 1949. Era un fusil sencillo, resistente, confiable y fácil de copiar, así que se convirtió en el arma de rigor de varios otros ejércitos alrededor del mundo.El AK-47 también se convirtió en un símbolo de revolución armada; estuvo en acción en los campos de batalla de Angola, Vietnam, Argelia y Afganistán. También fue compañero de ejércitos rebeldes en América Latina, como las FARC y el ELN en Colombia.Diferentes movimientos de liberación lo han adoptado y, frecuentemente, se ve en manos de menores que son reclutados ya sea por combatientes de diferentes bandos del espectro político.Hay, inclusive, una famosa foto del fenecido líder de al Qaeda, Osama bin Landen, en la que sostiene uno de estos rifles. Se estima que más de cien millones de unidades están en circulación, ya sean AK-47 con patente original o sus copias.