El protagonista de la popular serie House of Cards, Kevin Spacey, dijo en el tribunal de Manhattan que instruye el juicio civil por las acusaciones de abuso sexual denunciadas por el actor Anthony Rapp cuando era menor de edad, que estas “no son ciertas”.
El protagonista de la serie Star Trek: Discovery le reclama 40 millones de dólares por “angustia emocional” por un suceso que supuestamente ocurrió en 1986, cuando tenía 14 años y el ganador de dos premios Oscar, 26. “No recuerdo haber estado con él en ninguna fiesta privada ni tengo memoria de haber estado con él en un apartamento”, como alega el denunciante, dijo al ser preguntado por su abogado.
Antes de sentarse a declarar, Spacey, de 63 años, obtuvo una victoria cuando el juez Lewis Kaplan desestimó, como lo reclamaba la defensa de Rapp, de 50, que fuera un acto intencional.
En su denuncia, Rapp aseguró que Spacey lo invitó a su apartamento en Manhattan, donde lo levantó en brazos “como un novio a la novia para traspasar el umbral” de la puerta cuando estaba mirando la televisión, lo colocó en la cama y se frotó contra él.
Pese a la experiencia “perturbadora y amenazadora”, Rapp no le contó nada a su madre porque no quería hablar de sexo con ella, no quería preocuparla y tampoco tenía claro que fuera “un delito”.
La defensa de Spacey ha intentado desmontar los alegatos de Rapp, que ha incurrido en varias contradicciones sobre las fechas en las que sucedió el supuesto acto y a lo largo de estos años intentó dar una versión en la que ocultó la presencia de su amigo John Barrowman en el primer encuentro con Kevin Spacey, que según este, fue el único.
En el interrogatorio de este lunes 17 de octubre, Spacey aseguró que había tratado de mantener su sexualidad y su vida en el ámbito de lo privado. Describió a su padre como un “supremacista blanco” y un “neonazi”, a quien no le gustaban los homosexuales ni su interés por el teatro. Estos aspectos hasta el día de hoy nunca se habían conocido en público.
Al referirse a las acusaciones que Rapp hizo públicas en un artículo en 2017 en la revista Buzzfeed, Spacey seguró que se sintió “sorprendido, asustado y confuso” y aunque no tenía “idea de dónde había podido haber ocurrido” presentó una excusa pública por recomendación de sus asesores, lo que hoy lamenta. “Aprendí la lección de pedir disculpas por algo que no has hecho”, aseguró.
Tras tener su carrera como actor asentada y de llevar sopesando su salida del armario desde hacía más de un año, la publicación de 2017 le hizo admitir públicamente su tendencia sexual.
“Me acusaron de intentar cambiar de asunto, de intentar desviar la atención, o de que estaba confundiendo una acusación con ser gay, lo que nunca fue mi intención”, dijo llorando, antes de agregar que “nunca hubiera hecho nada para herir a la comunidad gay” y pidió disculpas por ello: “Lo siento profundamente”, dijo.
Con información de AFP