El ícono de los realitis, Kim Kardashian, lloró mientras detallaba las luchas que está viviendo en este momento al criar a cuatro hijos con su exmarido, Kanye West, en el episodio del lunes del podcast “Angie Martinez IRL”.
“La crianza compartida es difícil”, admitió Kardashian, de 42 años, que comparte a North, de 9 años, Saint, de 7, Chicago, de 4, y Psalm, de 3, con el rapero West, quien tiene 45 años.
“Es jodidamente duro”, añadió en el podcast en medio de lágrimas.
La fundadora de Skims explicó que hace un esfuerzo concertado para proteger a sus hijos del controvertido comportamiento de su padre, incluyendo una avalancha de ataques antisemitas realizados por el rapero este año.
“Tuve el mejor padre, y tuve los mejores recuerdos y la mejor experiencia y eso es todo lo que quiero para mis hijos, siempre y cuando puedan tener eso”, explicó Kardashian, que estaba muy unida a su difunto padre, Robert Kardashian.
“Eso es lo que querría para ellos”, continuó Kim. “Si no saben las cosas que se dicen o lo que está pasando en el mundo, ¿por qué iba yo a aportarles esa energía? Son cosas de adultos con las que no están preparados para lidiar”.
La estrella en The Kardashians dijo que estará “muy preparada” cuando sus hijos hagan preguntas sobre las fechorías públicas de su padre. Mientras tanto, la misma Kim dijo que desde ella no escuchará una mala palabra dicha sobre West, al menos no de ella, recalcó.
“Un día mis hijos me agradecerán por sentarme aquí y no atacar a su padre cuando pude”, dijo a la presentadora Angie Martínez. “Todas las locuras. Me lo agradecerán y responderé en privado a todo lo que quieran saber. Ya no me corresponde meterme”.
Sin embargo, Kim confesó que guardar silencio sobre las payasadas de West que acaparan titulares se ha vuelto cada vez más difícil.
“Definitivamente lo protegí y aún lo haré a los ojos de mis hijos por mis hijos. En mi casa, mis hijos no saben nada de lo que pasa en el mundo exterior (...) Estoy aguantando con un hilo”, reconoció.
“Sé que estoy muy cerca de que eso no ocurra. Mientras eso siga pasando, protegeré eso hasta el fin del mundo mientras pueda”, destacó Kim.
La estrella solicitó el divorcio en febrero de 2021 tras siete años de matrimonio. En ese sentido y tras meses de varios intentos públicos fallidos por parte de West para recuperar a su exesposa, un juez declaró al diseñador de moda y ex “Keeping Up With the Kardashians” legalmente soltero en marzo de 2022.
Asimismo, su divorcio finalizó el 29 de noviembre. Actualmente tienen la custodia con “igualdad de acceso” a sus cuatro hijos, según documentos judiciales, donde West debe pagar a Kardashian 200.000 dólares al mes en manutención de los hijos.
De acuerdo a lo que se ha establecido y evidenciado desde los medios que están pendientes de la vida de Kim, como TMZ, la empresaria tiene a los niños el 80 por ciento del tiempo, como West admitió anteriormente en septiembre.
Una semana antes de que su acuerdo saltara a los titulares, West fue acusado de mostrar pornografía, y fotos explícitas de Kim, a antiguos empleados que hablaron con Rolling Stone para un mordaz reportaje.
Por su parte, West ya había hablado de su “adicción al porno”, afirmando que había “destruido” a su familia.
“Hollywood es un burdel gigante. La pornografía destruyó a mi familia. Yo lidio con la adicción e Instagram lo promueve”, escribió en un post de Instagram borrado desde entonces en septiembre. “No dejaré que les pase a Northy y Chicago”.