Durante la década de los años 2000, la gimnasta Alina Kabaeva fue una de las deportistas más destacadas de Rusia. En sus años de gloria ganó cinco campeonatos europeos de gimnasia rítmica, un mundial, una medalla de bronce olímpico y un oro en Atenas 2004. Sin embargo, hoy es reconocida por otra cosa: su posible relación amorosa con el presidente Vladímir Putin y su reciente desaparición, al parecer autoimpuesta.
La última vez que sus amigos supieron de ella, Kabaeva, de 37 años, estaba embarazada de gemelos y se rumoreaba que estos eran hijos de Putin. Lo que se dice en su país es que dio a luz en abril del año pasado en una clínica de Moscú y que nadie la ha vuelto a ver desde entonces. Una de sus mejores amigas, sin embargo, dice que en la tumba de su mamá han seguido apareciendo ramos de flores, firmados por “con amor Alina”, lo que le hace pensar que está bien, pero lejos del foco público.
Kabaeva conoció a Putin en los eventos con deportistas olímpicos, pero los rumores de su relación comenzaron en 2008, cuando ella ya se había retirado. Para ese entonces, el presidente aún estaba casado con Lyudmila Shkrebneva y estaba a punto de salir de su cargo para pasar a ser primer ministro de Dmitri Medvédev. Ella, por su parte, había estado comprometida con otro político, David Museliani, pero habían peleado en 2005.
Los rumores persistentes en esa época hablaban de un compromiso matrimonial entre Putin y Kabaeva, pero estos eran acallados por el Gobierno. El periódico que había dado la supuesta noticia fue cerrado y la historia borrada de internet. Desde entonces, varios internautas han resaltado que ella aparece en todas sus fotos con un anillo de matrimonio.
Sea como haya sido, Putin se separó de su esposa en 2013, luego de persistentes noticias en el sentido de que ya no estaban juntos, y en 2015 apareció otro rumor, nunca confirmado: que Kabaeva había tenido un hijo con el presidente.
Ella, luego de su exitosa carrera en los deportes, había incursionado en la política y se volvió diputada en el partido de Putin, Rusia Unida. Además, apareció en una película y posó semidesnuda en una revista. Hasta el momento en que dejó de aparecer en público, era jefa del Grupo Nacional de Medios, que maneja entre otras cosas las operaciones de Netflix en ese país.
El año pasado, el periódico Moskovski Komsomolets publicó que la cuarta planta del Centro de Investigación Kulakov de Obstetricia, Ginecología y Perinatología había sido cerrada para atender a Kabaeva de manera VIP. Para esa época, ya se hablaba de su embarazo con gemelos y también de la supuesta paternidad del presidente, por lo que la noticia fue rápidamente acallada. A los pocos días desapareció de la web e incluso se borró la versión caché.
Una de sus amigas y compañeras gimnastas, Lyasan Utiasheva, la misma que ha visto cómo Kabaeva le sigue dejando flores a su mamá a pesar de su desaparición, cree que se trata de una decisión de ella, para alejarse del foco público.
“Si una persona decide llevar una vida alejada de los ojos de la sociedad, esta elección debe ser respetada”, explicó. Pero otros creen que su desaparición se debe al celo del presidente Putin por su vida privada, ya que incluso cuando estaba casado con Shkrebneva y tenía dos hijas, no permitía que salieran en la prensa.