Helga Stentzel es una artista que forma parte del llamado surrealismo doméstico, su arte consiste en encontrar magia en lo mundano. Así lo dijo a los medios ingleses a raíz de una nueva exposición de su obra en la galería The Other Art Fair ubicada en Truman Brewery, al oriente de Londres.

Pero para disfrutar de su arte no es necesario viajar. Su cuenta de Instagram, con casi 230.000 seguidores, es un deleite porque además de que permite admirar sus creaciones, el público puede interactuar con la artista.

Una de las obras más características es la de prendas colgadas en una cuerda que ella transforma en caballos y otros animales. O la de un saco de lana en un sofá que da la idea de un gato lector. Su talento no tiene límites.

Hace un tiempo, con ocasión de la visita de Donald Trump a Gran Bretaña, dibujó al expresidente con solo hacer unas formas con varios trapos. Pero también usa armarios para hacer rostros humanos sonriendo o desconcertados. La comida es material para sus obras.

Tiene una que consiste en varias lechugas que cuando ella manipula ya no lo son, sino que se convierten en un perro. O mejor un perro que cuando se mira de nuevo, es realmente una lechuga. ¿Se les ha ocurrido que el sushi pueda ser un lápiz? A ella sí.

Esta obra surgió luego de que Donald Trump culminara su vista de Estados a Gran Bretaña. Obras de Helga Stentzel @helga.stentzel | Foto: @helga.stentzel

Para ella su trabajo artístico consiste en ver belleza en las imperfecciones y conectar la realidad en formas novedosas e insospechadas. “Aunque la naturaleza por sí sola tiene una variedad de patrones y similitudes lúdicas para explorar y construir, en mi práctica me enfoco en la yuxtaposición del mundo natural con objetos hechos por el hombre, ya sea un suéter en una línea de ropa que parece un caballo o una rebanada de pan que se parece a la cabeza de un perro”, explica al diario The Times.

La artista nació en Rusia, pero a los 19 años, después de la caída del muro de Berlín, ella y su familia se mudaron a Alemania. A Inglaterra llegó hace una década para estudiar publicidad en la Universidad de Artes de Londres.

Según le dijo al diario El Colombiano hace un año, para ella, entre más aburrido sea un entorno, más espacio hay para que su creatividad vuele. Aunque sus ojos parecen normales, con ellos logra ver más allá de lo que otro ser humano alcanza.

En todas partes y en los objetos, como el pan del restaurante, una casa en su barrio o unos utensilios en la cocina está viendo más allá, analizando que otras cosas podrían salir de esas texturas y colores. Es observación visual permanentemente, algo que para ella más que un trabajo es una suerte de meditación.

Aunque parecen creaciones rapidas, cada una merece mucha atención y cuidado en la producción. Obras de Helga Stentzel @helga.stentzel | Foto: Pagina @helga.stentzel

“Hay algo reconfortante en construir un vínculo visual entre un objeto altamente reconocible diseñado por un ser humano y otro objeto o tema igualmente reconocible de origen natural. Como es vital para mí reproducir la realidad en su más mínimo detalle, mis medios preferidos son la fotografía y la videografía con el uso ocasional de dibujos lineales e ilustración digital”, asegura Stentzel.

El gran talento de esta artista está en su capacidad de observar la realidad. Obras de Helga Stentzel @helga.stentzel | Foto: Pagina @helga.stentzel

Ese ojo entrenado para observar como una profesional lo desarrolló en casa de sus abuelos, en Rusia, donde se aburría cuando iba de vacaciones porque no había mucho para hacer. Literalmente se quedaba embelesada viendo el techo y buscando formas en todas las cosas que no eran evidentes para otros, pero sí para ella, según dice la nota de El Colombiano. Usa todo tipo de materiales, desde medias hasta productos alimenticios a los que ella clasifica en una categoría que llama serie de criaturas comestibles.

“Mantengo la edición de Photoshop al mínimo invirtiendo tiempo en crear accesorios realistas. Lo que parece una solución rápida o una coincidencia sin esfuerzo en una foto puede llevar semanas de preparación. Por ejemplo, pegué 52 ositos de goma verdes a una enredadera para recrear un racimo de uvas para la fotografía My Kind of Grapes. Para ¡Hang on! (¡aguantar!) en la que muestra la imagen de un oso polar y que hace parte de su línea de vestir animal, pinté a mano y bordé un sombrero para que se pareciera más a la cabeza del oso”.

Los interesados en adquirir o indagar más sobre su obra lo pueden hacer en su sitio web Helgastentzel.com.