El mundo está a tan solo tres meses de ver una coronación de la familia real británica, un hecho que no sucedía desde hace más de 70 años y que llega en un momento tan difícil y álgido para los Windsor, como la misma muerte de la princesa Diana, quien vuelve a ser protagonista de un escándalo real, aun cuando cumple 26 años de haber fallecido en el trágico accidente automovilístico el 31 de agosto de 1997 en París.
Que Diana siga más vigente que nunca no es sorpresa y más cuando su exesposo, el ahora rey Carlos III, está a punto de por fin obtener la corona que su madre, la fallecida Isabel II, portó con vehemencia y sabiduría durante más de siete décadas, dejándolo a él como el príncipe de Gales que más esperó para reinar en los cuatro países anglosajones que están bajo su manto monárquico.
Por eso, cualquier asunto medianamente relevante de su turbulento pasado con Diana va a salir a la luz de aquí hasta que por fin sea coronado el próximo 6 de mayo, el mismo día que su nieto Archie, hijo del príncipe Harry, cumple cuatro años.
Esta vez la polémica va por cuenta de la biografía no autorizada The King: The Life of Charles III, del periodista estadounidense Christopher Andersen, en la que el británico cita a una fuente directa que compartió con el entonces príncipe y la princesa de Gales cuando estaban en el peor momento de su crisis matrimonial, justo después de que Diana tuvo a su segundo hijo, Harry, momento en el que la pareja protagonizaba peleas que hacían temer lo peor a su equipo de empleados.
“Los detectives a cargo de proteger a los miembros de la familia real estaban profundamente preocupados de que, ‘en el calor de la ira’, cualquiera de estos pudiera usarse para cometer suicidio, homicidio o ambos”, relata Andersen en su libro, tal como han reseñado medios internacionales como Page Six y Hola, dejando claro que pudo haberse dado una tragedia lamentable de haber mantenido el matrimonio entre Carlos y Diana.
Pero uno de los apartados que más ha dado de qué hablar es uno en el que se describe cómo Diana le insiste a su entonces esposo que tenga intimidad con ella y la excusa que él usó para rechazarla, pues es bien sabido que Carlos siempre tuvo su corazón y su mente en otra mujer, Camila Parker Bowles, ahora reina consorte de Inglaterra.
Fue tanta la insistencia de Diana para tener sexo con Carlos que este le atinó a decir definitivamente “no” con una frase que ha reavivado los rumores de homosexualidad del ahora rey. “Por qué no quieres hacer el amor conmigo”, preguntaba Lady Di, y la respuesta del entonces príncipe fue: “No lo sé, querida. Creo que podría ser gay”, palabras que resuenan aún hoy.
Esto hace recordar las polémicas imágenes que reveló la revista American Globe Magazine en 2016 donde se le ve al ahora rey besando a un hombre de aproximadamente 33 años, que en ese momento tenía la misma edad de su primogénito. “El secreto del príncipe fue expuesto por una secuencia impactante de fotos. Fuentes del Palacio aseguraron que la revelación prácticamente sepultó las aspiraciones de Carlos al trono”, indicó la publicación, que también atinó a mencionar que Camilla habría pedido el divorcio inminente, asunto que nunca sucedió.
Por el momento queda esperar cómo evolucionan estos meses antes de que Carlos al fin tenga la corona que su madre usó y a la que ya le hicieron las adecuaciones pertinentes para que encaje en su cabeza sin problema, asunto que no representaría la realidad frente a su mandato, pues recibe un trono con una familia quebrada, una población hundida en problemas sociales y económicos, y una posible disolución monárquica latente que podría estallar en cualquier momento.