Si en Sex and the city, Cynthia Nixon encarnaba a la abogada Miranda Hobbes, acaso la más conservadora del grupo de amigas inseparables protagonistas de la serie de televisión, lo cierto es que en la vida real ella es bastante liberal. Para la muestra, su particular familia, que sobrepasa los límites tradicionalmente conocidos y es un ejemplo de la diversidad sexual de hoy.
Resulta que Cynthia formó un hogar en 1988 con Danny Mozes, su novio del colegio. Aunque la relación no prosperó, quedaron dos hijos: Samantha y Charles Ezekiel Mozes. Años más tarde, tras descubrir que era lesbiana, Cynthia conoció a la activista Christine Marinoni en la Alliance for Quality Education, organización fundada en Nueva York por esta última, con quien se casó en 2012. Un año antes, Christine había dado a luz a Max Nixon-Marinoni, el hijo de las dos, hoy de 8 años, cuyo padre era un completo misterio hasta octubre pasado.
El día de Halloween, Cynthia publicó en Instagram una foto en la que aparecía el niño poniéndose un disfraz en compañía del diseñador de vestuario Michael Growler, quien que se lo había confeccionado. La leyenda que la actriz le puso a la imagen resolvió la incógnita: “Cuando tu papá es vestuarista y siempre quisiste ser Pennywise…”, escribió, refiriéndose al personaje de horror creado por Stephen King del cual estaba vestido Max.
Ahora resulta que el niño no tiene un padre sino dos: Michael Growler, vestuarista de Sex and the city, y su esposo William Bowers. Cynthia y Michael se conocieron más de una década atrás, cuando trabajaron juntos en la obra de teatro Rabbit hole, por la cual ella ganó un Premio Tony. Luego hicieron equipo en las dos películas de Sex and the city y más recientemente en otra obra de Broadway, Little foxes. En fin, han construido una estrecha relación como para que ella le pidiera ser donante en la procreación de su hijo, pero lo curioso es que Michael también es abiertamente homosexual y tiene su propio esposo, William Bowers, a quien Cynthia le atribuye, de igual modo, la paternidad del pequeño Max.
En pocas palabras, es uno de los pocos niños en el planeta con dos papás y dos mamás, como bien se reflejó en la foto de los cuatro adultos rodeándolo y que Cynthia compartió el año pasado en las redes sociales, bajo la cual se leía: “A todos los papás increíbles en la vida de nuestros hijos: ¡Feliz #FathersDay!”. De todos modos, se cree que quien dio el esperma para concebir al niño fue Growler.
El otro integrante LGBTI de la familia es Samuel Joseph Mozes, fruto de una relación anterior de Cynthia y quien nació mujer, pero el año pasado inició el proceso para convertirse en hombre. Su madre lo apoya incondicionalmente. Y para que no queden dudas sobre la actitud abierta y de avanzada de la famosa actriz de 53 años, hay que recordar que el año pasado su primogénita se declaró transgénero, de manera que ya no se llama Samantha sino Samuel Joseph Mozes, y es el orgullo de su mamá. * Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Puede leer otros aquí.