El fallecimiento de Fabiola Emilia Posada, mejor conocida como la Gorda Fabiola, dejó una profunda tristeza y vacío en el corazón de muchas personas que disfrutaban su humor y profesionalismo en televisión. La querida figura del entretenimiento colombiano cerró los ojos el 19 de septiembre de 2024, generando diversas reacciones entre sus seguidores y colegas.

Aunque la humorista ya no esté presente físicamente, su legado sigue vivo en la memoria de muchos, quienes recuerdan sus declaraciones y entrevistas en las que compartió detalles íntimos de su vida. En varias de esas conversaciones, la celebridad reveló aspectos de su historia con una mezcla de sinceridad y su característico sentido del humor.

Unos meses antes de su partida, la Gorda Fabiola concedió una entrevista a Tropicana, donde habló abiertamente sobre su vida amorosa y las experiencias que marcaron su camino. Como siempre, lo hizo con esa genuina transparencia y encanto que la definían, revelando secretos de su pasado.

En el diálogo, la artista quiso hablar de su relación sentimental con Polilla, la cual surgió de forma inesperada y especial cuando se toparon en Sábados felices. Al unirse, las cosas se salieron de control y la aceptación de su familia no fue la esperada.

La Gorda Fabiola contó que ni su padre ni su hermana tuvieron contacto con su esposo, ya que no estaban de acuerdo con el vínculo que construyeron. A pesar de que ella puso límites, su propia familia terminó siendo cruel con esta etapa que escribía.

De hecho, la humorista confesó que su hermana, Rosario Posada, no le hablaba a Polilla ni siquiera en el presente. Esto le causaba dolor y un enorme sueño de, algún día, verlos sentados en la misma mesa, pasando el 24 o 31 de diciembre.

La Gorda Fabiola. | Foto: Álvaro Tavera / Colprensa

“La familia es cruel, uno siempre tiene la lectura de que es apoyo, pero no todas las veces es así. Mi hermana, es la hora en la que todavía no le habla a Polilla, nunca… ni Polilla a ella. Yo establecí el límite, aquí comienza mi felicidad y mi hogar con Poli y aquí con mi familia”, dijo.

“Cosas dolorosas para mí, porque un 31 de diciembre o un 24 de diciembre no puedo hacer una cena donde los siente a todos en la misma mesa, esa es la parte que a mí me lastima. Ahí es donde digo: ‘Oye, ¿me vas a dejar morir sin ver esto?’ Todo es muy duro, es un sueño sin cumplir, le digo a Dios cuándo me lo va a dejar ver”, agregó.

Para finalizar, la Gorda Fabiola se sinceró sobre la relación de sus hijos con su esposo, detallando el proceso que llevaron para entenderse: “Mi papá y mi hermana nunca quisieron acercarse a Polilla, en cambio, mis hijos sí”.