Para nadie es un secreto que Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez hacen parte de la “realeza” del fútbol, conformada por las familias de los jugadores más reconocidos y millonarios de todo el mundo, que no solo se ven en las canchas de los torneos más importantes de dicho deporte, también aparecen en infinidad de campañas publicitarias que van desde bebidas hidratantes hasta casas de alta moda.
Esto funciona de la misma manera que una monarquía actual, pues si bien las cabezas de hogar son los más reconocidos, sus hijos también tienen un puesto importante y tanto los medios como las marcas también quieren ficharlos lo más pronto posible, ya sea para informar de detalles inéditos de su vida o abrirles la puerta triunfal de la fama, el éxito y muchos millones de por medio.
Los hijos de Cristiano y Georgina no son la excepción y Cristiano Jr. ya ha podido saborear un poco de la fama de su padre, sin embargo, por la historia que él tiene y por ser el mayor de la familia, siempre ha mantenido un perfil bajo, primero muy cuidado con mucho recelo por parte del portugués, y ahora por decisión propia del joven, quien se dice heredó todo el talento de su padre en el terreno de juego.
Los demás herederos de la familia Dos Santos Rodríguez también disfrutan de las comodidades que sus padres les pueden dar, siendo muy poco conscientes del mundo asombroso en el que viven, sin embargo, hay una de ellas que se lleva todas las miradas porque con tan solo un año de edad ha gozado de lujos que millones no disfrutarán en ningún momento.
Se trata de la menor del clan, Bella Esmeralda, quien llegó al mundo en una situación que nadie desearía vivir, pues ella venía junto a su hermano mellizo, sin embargo, el embarazo de Georgina se complicó al momento del parto y por razones divinas solo Bella sobrevivió, siendo el golpe más duro que han tenido que soportar el astro del fútbol y la socialité argentina.
A pesar de todo y con mucho esfuerzo, Cristiano y Georgina lograron ir superando poco a poco su pérdida enfocándose en la bendición que tenían en sus brazos, a quien le han otorgado lo mejor que han tenido para darle, como mamelucos marca Moschino o vestidos Dior, diseñados especialmente para la comodidad de la bebita.
A medida que la bebita ha ido creciendo en medio de sus otros 4 hermanos, ha podido gozar de variados juguetes que no serían adecuados para ella en solitario, pero bajo la supervisión de sus nanas y en compañía de sus secuaces, ella los disfruta y es feliz, como un carro mecánico de pilas recargables que los mismos infantes pueden manejar y cuesta alrededor de 380 dólares, tal como informa Univisión.
Pero esto no es todo, la bebita no es eximida de disfrutar de otros lujos mucho más grandes solo por ser la menor o por tener apenas un año de vida. Todo lo contrario, ella es la primera que entra al jet privado de Cristiano cuando la familia hace un viaje vacacional o se tiene que reunir para acompañar al delantero a sus compromisos laborales exclusivos, como el Mundial Qatar 2022, donde Georgina estuvo muy dedicada a darle la mejor energía a su esposo mientras él jugaba con la selección de Portugal.
Todos estos lujos son la cotidianidad de Bella, sus hermanos y sus padres, quienes cada vez más afianzan su influencia no solo en el mundo del deporte, sino en el del entretenimiento, pues el documental de Netflix Soy Georgina ha sido todo un éxito y sus dos temporadas están entre lo más visto de la plataforma, lo que da a pensar que quizás puede haber una tercera y este formato convierta a los Dos Santos Rodríguez en los nuevos Kardashian, la denominada familia real de Estados Unidos.