Carolina Soto se ha convertido en una de las presentadoras más queridas de la televisión colombiana. El pasado 13 de octubre, la caleña fue tendencia en las redes sociales debido a la forma en que socorrió a una artista que se desmayó cuando un grupo de actores estaban dando una muestra de El Principito, el musical en ‘Día a Día’. Fueron varios los comentarios elogiando el gesto de la presentadora que, cuando vio lo sucedido, pidió que mandaran a una pausa comercial.

Hace varios días, la presentadora llenó de incertidumbre a sus seguidores y a los televidentes del programa, ya que ella siempre se ha mostrado extrovertida, pero para ese momento, permaneció la mayoría del tiempo sentada en el sillón del programa durante una de las emisiones.

Ante los comentarios y las dudas, Soto aclaró en sus historias de su cuenta oficial de Instagram, que en esa mañana salió de su casa con dos tacones completamente diferentes.

“Ni siquiera salí de afán porque yo casi nunca vivo de afán para el programa. Madrugo mucho y llego muy temprano, pero me falló el ojo, la vista. Y, tengo estos zapatos con el tacón transparente y tengo estos otros iguales, pero la diferencia es que el tacón es más delgado. Yo cogí los dos, los metí en el bolso y me he llevado un zapato de uno y otro de otro”, señaló en sus InstaStories.

A simple vista, los tacones parecen iguales, pero según ella, si llegaba a caminar, los televidentes se iban a percatar fácilmente de lo que ocurría “pues iba a empezar a cojear”.

“Uno es más alto que otro”, resaltó Soto ante el comentario de su compañero de set, Iván Lalinde, quien le recomendó ponérselos.

Además, en la grabación se puede ver que Lalinde se burla de ella, pues señala que no es el único al que le ocurren cosas detrás de cámaras. “No soy el único, no soy el único”.

Carolina Soto presumió su lujosa casa campestre

Hace algunos días, Soto decidió compartir uno de sus más grandes sueños que cumplió hace un año, de la mano de su esposo Germán González, pensando en sus dos hijos. Se trata de la compra de una enorme casa ubicada cerca de Bogotá con piscina y diferentes zonas para compartir en familia.

Desde el momento en el que lograron cumplir este proyecto, la presentadora se mostró feliz y empezó a compartir con sus seguidores varias fotos y videos de lo que ha sido el proceso de remodelación, incluyendo esos detalles de decoración como espejos, muebles, lámparas, alfombras, cuadros y más elementos que le dan un toque especial a la propiedad.

Las zonas que más han llamado la atención de los internautas son la sala y el comedor, además del área de BBQ. En una de sus publicaciones, hechas en Instagram, Carolina Soto explicó que los baños tienen acabados rústicos y el material de la piscina es piedra Bali, especial para darle una sensación de frescura y que también funciona como un agente purificador de agua.

La casa de la presentadora de ‘Día a día’ se encuentra exactamente en el municipio de Villeta, en Cundinamarca, y el color crema es el que resalta dándole un toque de elegancia y seriedad.

“En este proyecto nos enfocamos en mobiliario sencillo, pero detalles muy especiales”, señaló Soto en sus historias de Instagram.

A pesar de que al principio se mostró emocionada por este logro, la comunicadora decidió dejar de compartir tanto contenido relacionado con su nuevo hogar debido a las reacciones que tuvieron algunos usuarios cuando hizo lo mismo con su apartamento, que también fue el resultado de mucho esfuerzo y trabajo.

“Voy a ser muy sincera, en algún momento de mi vida cuando recibí mi apartamento nuevo, los involucré muchísimo en todo y les mostré todo el apartamento y demás, con todo el cariño, el amor y el esfuerzo que fue tenerlo”, dijo hace varios meses en medio de una ronda de preguntas en su cuenta Instagram.

“Era para mí un logro impresionante, entonces lo hice con todo el corazón y después me di cuenta de que existen muchas personas que no lo ven así, como un logro o un sueño que tuve, sino que lo ven de otra forma maluca y esta vez dije ‘Ay no, yo ya aprendí ese espacio va a ser mío’”, finalizó.