El pasado viernes se llevó a cabo la ceremonia de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con menos de 1000 invitados, debido a la pandemia del coronavirus.
La pieza central de la ceremonia fue el desfile de los atletas, que se iba transmitiendo para la televisión. En cada delegación, un deportista iba portando la bandera de su país preservando el distanciamiento social y saludando a los pocos asistentes al estadio olímpico de Tokio.
Ese día en Colombia se volvió viral en las redes sociales la imagen de la delegación de Armenia, país que tiene una bandera muy similar a la de Colombia, pero que varía en el orden de los colores amarillo, azul y rojo.
A propósito, apareció un supuesto trino de la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal, que en últimas era falso. En este se apreciaba la supuesta cuenta de la congresista en Twitter con un mensaje que decía: “¿Qué es esto, por Dios? ¿qué es esta falta de respeto? Estos son los dizque atletas que nos dicen representar en Tokio? Ojalá pierdan todo en lo que participen, no celebraremos sus cochinas medallas a ganar, así aprenderán a no voltear nuestra bandera”.
Tras ese montaje, Juan José Lafaurie, hijo de la senadora María Fernanda Cabal, pidió a los responsables de esa fake news ser “más creativos”, y a su vez recalcó que ese método de sacar trinos falsos contra su madre no era algo nuevo.
“Sean más creativos, eso de siempre sacar trinos falsos de @MariaFdaCabal es viejo. ¡No van detener el ascenso de la derecha!”, dijo Juan José Lafaurie en Twitter.
Y agregó el hijo de la senadora del uribismo: “No, mamertos, no había una bandera de Colombia al revés en la inauguración de las #OlimpiadasTokio2020 en apoyo al paro criminal, esa es la bandera de Armenia”.
¿Quién es el hijo de María Fernanda Cabal?
Juan José Lafaurie fue modelo profesional. Posó frente a decenas de lentes y protagonizó comerciales de televisión de telefonía celular, galletas y otros productos. Su rostro no es ajeno al mundo comercial, un capítulo que a sus 22 años quiere dejar atrás, pasar la página para dedicarse al octavo semestre de Derecho en la Universidad Javeriana y acompañar a su madre en su campaña presidencial.
Su cuenta en Twitter inició con apenas una decena de seguidores. José Félix Lafaurie, su padre, fue uno de los primeros en seguirlo. Pero después del 28 de abril, cuando el país sufrió los estragos de la violencia en el paro, Juan José lanzó dardos contra la izquierda radical, e incluso hacia la propia derecha, y su red social tomó vuelo. Iván Duque, según recuerda Juan José, fue uno de los primeros personajes a los que cuestionó.
A él le ofendió que el mandatario no viajara hasta Cali en el momento más tenso del paro en la capital del Valle. “No me parecía que un presidente de derecha abandonara a una ciudad en ese momento”, dijo. “El Gobierno de Iván Duque no me gusta para nada”, le comentó Juan José a SEMANA. Él, más allá de lo que piensen sus padres, prefirió respaldar a Rafael Nieto y Carlos Holmes Trujillo. Lo dice sin filtros, como su madre, también distante de la Casa de Nariño.
La grave crisis de Cali lo inspiró en Twitter. Trinó varios mensajes contra la izquierda. Y así, lentamente, con cada frase, fue ganando más seguidores. Hoy tiene más de 13.000, especialmente políticos, periodistas y figuras reconocidas de la derecha. En Instagram supera los 23.000. “¿Cómo podemos llamar a alguien que lleva más de 15 años estudiando un pregrado en una universidad pública y marcha por el ‘derecho a la educación’?”, escribió Juan José en Twitter.
Este bogotano se ríe del crecimiento de sus seguidores en redes sociales, porque jamás pensó en convertirse en un referente, que la prensa compartiera sus trinos y que fuera duramente cuestionado por la izquierda, que no le perdona su ideología y ser hijo de Cabal, una de las políticas más controvertidas de Colombia. Juan José no ve las respuestas a sus trinos. Sabe que la mayoría lo insulta y es mejor no enterarse. “No me afectan los comentarios”, dijo él, quien se declaró “bastante de derecha”.
Cuenta que no conoce los nombres de los youtubers de izquierda, pero recuerda a Beto Coral, con quien ha librado una batalla campal en redes. Le parece chistoso y lo califica como “el más ridículo de todos” y “youtuber fracasado”. Le ha sacado en cara que reconoció a su hijo después de una demanda de paternidad. “Ahora viene a dar cátedra de moral y ética”. Beto Coral, en su momento, le dijo a Juan José que “la estupidez sí se hereda”.
“En Instagram me informan que quieren matarme, que me odian. Que mi papá es paramilitar. Yo conozco a mi padre, sé quién es él y cómo piensa. Cuando uno sabe la verdad, confirma que son puras pendejadas, y no me afecta”, cuenta. Su mamá, María Fernanda, es como él. Se ríe cuando lee un comentario en su contra.
Cuando estudiaba bachillerato, una maestra afirmó que Cabal compraba votos a cambio de cemento. Juan José, sentado en su puesto, escuchó y calló, hasta que no aguantó más. La confrontó, revisó su fuente y provenía del portal web El Rincón del Vago.
En la Universidad Javeriana, donde estudia, el escenario tampoco es fácil. Cabal se ha ido lanza en ristre contra los jesuitas. “Los sacerdotes comunistas de la teología de la liberación son jesuitas, claretianos y redentoristas. Expertos en movilización de masas. Qué vergüenza cómo instrumentalizan a los colegiales. Curas malévolos que enaltecen la violencia como forma de lugar”, dijo la senadora en su momento.
El comentario no pasó desapercibido para el sacerdote Jonathan Marín: “Camarada María Fernanda Cabal: nosotros estamos muy contentos de poder educar a sus hijos en nuestra castrochavista Universidad Javeriana”, le respondió.
Juan José asegura que nunca ha tenido un problema con un docente universitario. Y defiende insistentemente a la Javeriana. “Esos comentarios son de ella, es su problema si quiere meterse con los jesuitas. A mí eso me tiene sin cuidado”, afirmó. En su casa, cada quien da sus propias discusiones y dice lo que quiere. Trabaja en el grupo de abogados de Jaime Lombana; el oficio le apasiona. Aunque a Cabal le gustaría que lo combinara con el modelaje profesional, él prefiere dedicarse a leer expedientes, apoyar la contestación de demandas, formarse en la jurisprudencia y lanzar trinos contra la izquierda radical del país.
“¿Ahora debo preguntarles a los progresistas cómo llamar a mi madre?”, cuestionó recientemente. “Un guerrillero indultado que fue alcalde de Bogotá, que hoy es senador y que ha sido dos veces candidato presidencial es el que dice que en Colombia hay una dictadura. Lo que hay es un exceso de garantías y complacencia con los subversivos”, afirmó sobre el senador Gustavo Petro.