La búsqueda de dos miembros de la familia Kennedy, desaparecidos durante un paseo en canoa, no permitió encontrarlos y las autoridades de Estados Unidos los dan por muertos, informaron este sábado sus familiares. Se trata de un nuevo drama para la célebre dinastía estadounidense, golpeada varias veces por la tragedia desde el asesinato en 1963 en Dallas del presidente demócrata John Fitzgerald Kennedy (JFK). Su sobrina nieta Maeve Kennedy McKean, de 40 años, no regresó el jueves de un paseo en canoa con su hijo Gideon, de ocho años, en la bahía de Chesapeake, en la región de Washington, anunciaron el viernes las autoridades.

La guardia costera, policías y bomberos se lanzaron a buscarlos, pero no los encontraron: "Las posibilidades de que hayan sobrevivido son extremadamente bajas. Está claro que Maeve y Gideon murieron", dijo su esposo, David McKean, en un mensaje publicado en Facebook. La búsqueda "ya no es una operación de rescate, sino de recuperación" de los cuerpos, añadió en un comunicado la madre y abuela de las víctimas, Kathleen Kennedy Townsend. Esta última es la hija mayor del exsecretario de Justicia Robert Kennedy —hermano de John—, quien fue asesinado en 1968 cuando tenía grandes posibilidades de ganar las primarias para representar a los demócratas en las elecciones presidenciales. El año pasado, Saoirse Kennedy Hill, nieta del histórico líder demócrata Robert ‘Bobby‘ Kennedy, murió aparentemente a causa de una sobredosis en el complejo familiar en Hyannis Port, Massachusetts.

"Nuestros corazones están destrozados por la pérdida de nuestra amada Saoirse", manifestó la familia Kennedy en un comunicado. "Su vida estuvo llena de esperanza, promesa y amor". La dinastía Kennedy es originaria de Brookline, una localidad a pocos minutos del centro de Boston, y sus precursores fueron Joseph P. Kennedy, presidente del Columbia Trust Bank, y Rose Fitzgerald. En 1927, los Kennedy se mudaron a Manhattan, donde Robert y John F. establecieron de a poco su carrera política. Robert Kennedy fue asesinado en la cocina del Hotel Ambassador de Los Ángeles, cuando buscaba la presidencia de Estados Unidos en 1968. Falleció a la edad de 42 años dejando diez hijos y su viuda Ethel Kennedy, que estaba embarazada de Rory, quien nacería pocos meses después. Cinco años antes se había producido el asesinato de su hermano, el entonces presidente John F. Kennedy. El trigésimo presidente de los Estados Unidos murió en Dallas, Texas, cuando fue herido por disparos mientras circulaba en el carro presidencial en la Plaza Dealey.

En 1985 murió David A. Kennedy, el cuarto hijo de Robert y Ethel. El joven tuvo graves problemas psicológicos por las muertes de sus padres y su tío, que se incrementaron después de un accidente con su novia Pamela Kelley, en 1972. Este siniestro le ocasionó a David una inducción a los calmantes que lo indujo al consumo de drogas, incluida la heroína. El hijo de Robert falleció de sobredosis a los 28 años en un hotel en Palm Beach, Florida, después de haber pasado un mes de rehabilitación. En 1997, otro hijo de Robert tuvo un final funesto. Michael Lemoyne encontró la muerte después de golpearse la cabeza con un árbol mientras jugaba fútbol con esquís sin usar cascos. La reputación del prestigioso abogado había quedado por suelo después de que se conociera que tenía un romance con la niñera de sus hijos, que tenía 14 años. La familia volvió a ser golpeada por la tragedia en 1999 cuando John Kennedy Jr., hijo de JFK y Jackie Bouvier, y conocido como el príncipe de América, desapareció en pleno vuelo junto con su esposa y su cuñada. *Con información de la AFP