Las fotografías y videos de Vivian Polanía, una jueza de la república con función en control de garantías bacrim (bandas criminales), siguen rondando y dando de qué hablar en las redes sociales, donde miles de usuarios la siguen recordando por el sugestivo y explícito contenido que muestra con orgullo de sus atributos, su cuerpo de atleta y sus tatuajes, así como sus rutinas diarias de crossfit, que han inquietado a más de uno y, sigue generando polémica sobre los límites a la expresión de la personalidad por los funcionarios del Estado, mientras que para otros solo hace parte de su vida personal.
Desde sus últimos años de bachillerato en un colegio jesuita, tras realizar un voluntariado en un centro de reclusión para menores, Polanía identificó su pasión en el derecho penal. Fue precisamente en esta área que cursó su consultorio jurídico mientras estudiaba leyes en la Universidad Católica y le sirvió para tener claro a qué quería dedicarse.
Su popularidad se ha incrementado luego de que, en 2020, en medio de una audiencia en Cúcuta (Norte de Santander) que se estaba adelantando vía Zoom, la abogada cucuteña fuera víctima de un descuido al dejar su cámara encendida, dejando en evidencia que descansaba en su cama.
Lo polémico del asunto es que fue sorprendida fumando. En una grabación que fue difundida en redes sociales, quedó captada la situación.
Después de su intervención, se dirige hacia otra persona que estaba conectada en la diligencia judicial. “Gracias, doctor Marco, muy amable, doctor Hader”, dice la abogada, mientras que se puede ver que está acostada en una cama y sostiene un cigarrillo en su mano.
Posteriormente, una persona le indica que todos la están viendo: “señora juez, tiene la cámara prendida”, le expresa, al tiempo que ella se dispone a apagarla.
La abogada, de 42 años, especializada en Derecho Constitucional y Magíster en Derechos Humanos, quien ejerce como jueza de Control de Garantías en Cúcuta, ha sido criticada en el pasado por sus sugestivas fotografías que publica en sus redes, ya que según el Consejo Superior de la Judicatura en Cúcuta, incurría en actividades ajenas a su ejercicio que dañan la confiabilidad de sus funciones.
Incluso, para ese momento, el Consejo Seccional de la Judicatura de Norte de Santander recordó -a través de un comunicado citado por Publimetro- que los funcionarios públicos debían “cuidar de que su presentación personal corresponda al decoro que debe caracterizar el ejercicio de su misión”.
Las fotografías que comparte son explícitas de sus atributos. En muchas resalta sus tatuajes y suele aparecer en ropa interior o vestido de baño. Asegura que las imágenes no han interferido en lo más mínimo en su vida laboral. “Mientras estuve presencialmente en el Palacio de Justicia, jamás ocurrió. Los abogados, los defensores, mis colegas, han sido respetuosos siempre. Jamás me han hecho una mala propuesta, jamás me han faltado al respeto”, dice de forma contundente.
Ante ello, gracias a ese video, muchos usuarios decidieron ver de quién se trataba y visitar la cuenta de Instagram de la jueza, quien también es creadora de contenido para adultos.
Su influencia en Instagram, donde cuenta con más de 280.000 seguidores, ha llegado al punto de que marcas deportivas, algunas extranjeras, la contacten para regalarle productos a cambio de que ella los promocione en estos espacios. Eso sí, es enfática en explicar que no se dedica a estos asuntos y que su única profesión es el derecho.
Vivian Polanía se encuentra lejos de querer cubrir sus atributos físicos, que día a día suele exhibir a sus miles de fans quienes alaban su valentía y a la vez su escultural figura, la cual muestra ligera de ropa y en sugestivas poses.