A sus 37 años y después de alejarse del cine y los escándalos en la prensa rosa, la actriz Lindsay Lohan se convirtió en madre este lunes.
La actriz, conocida por películas como Chicas malas o Tú a Londres y yo a California, disfruta de su maternidad al lado de su esposo Bader Shammas. Según confirmó el representante de la artista estadounidense al medio Page Six, la actriz ha tenido un niño “hermoso y sano” para el que han elegido el nombre de Luai. Ambos reconocen que están “locamente enamorados”.
El recién nacido, cuyo nombre significa en árabe ‘escudo o protector’, llegó al mundo en la ciudad de Dubái debido a que sus padres tienen fijada su residencia permanente en los Emiratos Árabes desde hace varios años.
Y en ese hogar ya estaba todo listo, desde hace semanas, para dar la bienvenida al bebé, para el que prepararon una habitación inspirada en el mar.
La propia Lindsay, aseguran varias fuentes, se encargó de diseñar el espacio de su bebé, basándose en la tranquilidad que siente estando cerca del océano. “Quería crear un espacio donde mi pequeño y yo pudiéramos compartir ese sentimiento”, aseguró. Incluso, colocó un velero de madera que sirve como mueble de almacenamiento.
Durante el embarazo, Lindsay no ahorró detalles y compartió todos los avances con su familia, que está entusiasmada porque sabe lo importante que es para ella dar este paso.
Dina, su madre, explicó en algún momento que tener bebés era un sueño por cumplir para su hija. “Lindsay siempre ha amado a los niños porque yo amo a los niños y mi madre ama a los niños. Tenemos una gran familia, por lo que siempre ha querido tener hijos. Y es muy maternal. Isabelle, su sobrina, simplemente corre hacia ella cuando la ve”, aseguró en la revista People.
La artista, que fue una estrella infantil y chica Disney, contrajo matrimonio el año pasado con Bader Shammas, con el que mantiene una discreta relación desde hace cuatro años. De hecho, en julio de 2022, horas antes de que Lindsay soplara las velas de su 36 cumpleaños, se convirtieron en marido y mujer en una ceremonia íntima. Al lado del financiero ha encontrado la tranquilidad tras una vida marcada por los excesos y los altibajos. “Soy la mujer más afortunada en el mundo. Me encontraste y supiste buscar mi felicidad y fortuna. Estoy tan encantada de que seas mi marido, mi vida y mi todo. Todas las mujeres se deberían sentir así cada día”, sostiene la actriz.
Lohan empezó su carrera como modelo cuando tenía tres años, y cuando cumplió diez ya era prácticamente una veterana: en 1998 protagonizó Tú a Londres y yo a California y entró en el universo Disney por la puerta grande, considerada por el público y la crítica como la gran promesa del entretenimiento. Apareció junto a Chad Michael Murray en Freaky Friday y consolidó su estatus de icono adolescente en Chicas malas, un clásico de los años 2000. Y, tras más de quince películas y decenas de apariciones televisivas, el estilo de vida de Hollywood se le vino encima.
Fue así como la segunda mitad de la década fue explosiva para Lindsay Lohan: una carrera musical fallida, problemas con su familia y las peores críticas a su vida personal y su aptitud fílmica dieron un giro a la actitud de la prensa. En medio de una espiral de drogas, accidentes y tribunales, era constantemente escrutada y descalificada, y ella reaccionaba: sacando pecho y multiplicando los excesos ante su atenta mirada, retaba a la agresiva atención mediática mientras entraba y salía de rehabilitación.