En la madrugada de este 27 de septiembre falleció el virtuoso músico colombiano Ernesto Ocampo, más conocido como Teto Ocampo, debido a un cáncer. Un artista que trabajó en varios proyectos musicales y que adquirió gran notoriedad en los años 90, como el guitarrista principal de la agrupación La Provincia, de Carlos Vives, que significó un antes y un después en la música vallenata.

Según lo que se ha conocido en las últimas horas, el músico —nacido en Río Oro, en el departamento del Cesar— fue diagnosticado con cáncer hace algunos meses, tras una vida dedicada a la música y las distintas raíces de los sonidos folclóricos del norte del país.

Considerado como uno de los grandes guitarristas y arreglistas de Colombia, fue director, compositor y músico en Mucho Indio, proyecto en el que trabajó por más de diez años, en una serie de búsquedas que lo llevaron por las músicas indígenas y tradicionales.

Era diplomado del Musicians Institute of Technology en Los Ángeles, California, en Estados Unidos, pero su quehacer como músico, investigador y compositor lo hizo a través de sus distintos viajes por los territorios. Y lo logró con una base de guitarra clásica, junto a maestros como Daniel Baquero, Chepe Beltrán y Ramiro Isaza.

Precisamente, Carlos Vives, con quien Teto Ocampo vivió una de sus épocas artísticas más prolíficas, lamentó en sus redes sociales la partida de quien consideró su “padre musical”.

En 1993, se dio el despegue de la carrera de Carlos Vives con el álbum Los clásicos de la provincia.

“Acaba de morir mi amigo y maestro de la música Ernesto Ocampo. Hace treinta años grabamos juntos nuestro primer álbum Clásicos de La Provincia; ese sonido de la guitarra en La gota fría, que irrumpió por primera vez en el vallenato, era él”, comentó el artista samario.

“Y junto a él, una familia de músicos bogotanos que emprendimos un nuevo camino para la música local y del mundo. Hoy me siento huérfano de padre musical y será duro encontrarnos, vernos todos a la cara y decir: ‘no puede ser...’. Y lo vamos a llorar y lo vamos a extrañar. Ahí está en la carátula de nuestro álbum La tierra del olvido, con su guitarra y su manta arhuaca”, se lamentó Carlos Vives en su cuenta de Twitter.

Carlos Vives y La Provincia. De izquierda a derecha, el segundo es Teto Ocampo en los años 90. | Foto: Instagram Carlos Vives

De acuerdo con Vives, Teto Ocampo “no quiso viajar más por el mundo y se dedicó a sus alumnos y a emprender el liderazgo de la arqueología musical en Colombia y América con su agrupación Mucho Indio. Por eso también lo llora la Sierra y los hermanos mayores y las notas de su flauta arhuaca se escucharán por siempre cuando los mamos mágicos las echen a volar por la Sierra para recordarlo”.

Vives, que acompañó su mensaje con un emotivo video, comentó: “Vuela alto, mi querido amigo. Para nosotros, no morirás nunca y tu legado se queda aquí con nosotros, con las nuevas generaciones, con tu hermosa familia, que siempre será nuestra. Tus solos nos acompañarán por siempre. Te amo y le doy gracias a la vida de que hayamos coincidido en el camino”.

El sonido que le dio visibilidad a Carlos Vives no hubiera sido posible sin la guitarra de Teto Ocampo. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Como se recordará, Teto Ocampo fue uno de los productores y guitarristas de los discos Clásicos de la provincia (1993) y La Tierra del Olvido (1995), de Carlos Vives y La Provincia, que le merecieron varios reconocimientos dentro y fuera de Colombia.

Además, hizo parte de la banda Bloque de Búsqueda, con quien hizo un álbum que fue considerado uno de los mejores de los años noventa, además de realizar el proyecto Manguala.