Luis Carlos Vélez ha sido uno de los rostros más conocidos en los medios de comunicación colombianos, logrando ser incluso líder de la agenda noticiosa en noticieros y emisoras más vistos y escuchadas por los colombianos y llegando a ser reconocido por todos por donde quiera que vaya, sin embargo, ahora repite la historia en Estados Unidos, siendo el conductor del programa Línea de fuego de Univisión, productor y presentador de CNN en Español en Atlanta y CNN Internacional en New York, tal como reseña la revista People en Español.
Fue esta misma publicación la que logró entrar no solo en el pensamiento crítico del actual director de La FM, sino también en parte de su escenario más íntimo, el familiar, que comparte con su esposa Siad Char, a quien también se le vio en las secciones de entretenimiento del país, y sus dos hijos, Hannah, de 6 años, y Simón, de año y medio; quienes conforman, en palabras de Vélez, “su todo”.
“Es lo más bonito del mundo. Muchas veces me quedo por la noche mirando a mis hijos dormir. Me llena el corazón verlos respirar, tan llenos de futuro, esperanzas y sueños. Se padre es volver a nacer. También la paternidad me ha hecho más sensible. Ser padre de una mujer abre un espacio en el corazón de los hombres que de otra manera no se encontraría y ser padre de un niño es ver cómo crece un pedacito de ti. Todo esto se lo debo a mi esposa, Siad, quien, literalmente, lo ha dado todo por nosotros y nunca tendré cómo agradecerle por haber completado, con nuestros hijos, mi vida”, afirmó para People en Español.
Vélez no solo le dio el mayor crédito de su éxito a Chad, quien lo acompaña en todos los viajes arduos y exigentes que asume él en su trayectoria laboral, Luis también se despoja de algunos aspectos íntimos de su personalidad, como su favoritismo por bandas como The Cure y R.E.M., además de ser un fanático de la lectura y perderse horas enteras en libros no solo de economía y política, sino de ficción.
“Por estos días estoy aprendiendo a correr. También estoy leyendo para buscar más longevidad. Quiero acompañar a mis hijos el mayor tiempo posible… Me gusta mucho leer. Disfruto los libros y el periódico impreso. En eso soy vieja escuela. Nada como rayar en el papel. Admito que a mi casa llegan todavía ediciones de New York Times, Wall Street Journal y The Economist en papel”, agrega el bogotano.
Aunque su profesión oficialmente es ser economista, siempre llevó en sus venas el gusto por la noticia y la comunicación, pues desde que nació vio a su padre, Carlos Antonio Vélez, cubrir certámenes deportivos de toda índole, poniéndole un amor especial al fútbol y a las transmisiones de los partidos donde Colombia era protagonista con su Selección.
“La disciplina. El trabajo de las noticias es de la constancia. Se necesita mucha disciplina para estar despierto y lúcido cuando todos amanecen, y con energía y claridad cuando todos van a dormir. Los periodistas vivimos en contravía horaria de los demás”, añade Vélez, sobre lo que ha aprendido del oficio del periodismo gracias a su padre y su propia trayectoria.
Pero no todo ha sido color de rosa en la vida de Luis Carlos, quien reconoce que ha caído en varias ocasiones, sin mencionar cuáles específicamente, pero tiene la conciencia que de cada tropiezo ha sacado lo mejor de sí, lo que le ha enseñado a seguir adelante y lograr los triunfos que hoy disfruta, pero de los que no se acostumbra, pues sabe que la vida puede cambiar en cualquier momento.
“Esta profesión es muy dinámica y muchas veces injusta. La describo como un asadero de pollos. Un día estás arriba, otro abajo y tienes que cerrar los ojos y volver a comenzar. Y lo peor es que la mayoría de veces lo que ocurre no tiene nada que ver con tu capacidad ni tu ejecución. Sin embargo no cambiaría por nada todo lo que me ha pasado. Cada cicatriz ha sido una enseñanza y, por ende, también una victoria. Le doy gracias a Dios porque siempre me ha dado oportunidades para seguir, aprender y perseverar”, afirma Vélez a People en Español.