En marzo de 2024, Luly Bossa dejó a sus seguidores impactados al compartir una trágica noticia que afectó profundamente a su familia. Con evidente dolor y lágrimas, la reconocida actriz informó sobre la partida de su hijo Ángelo, quien perdió la vida tras enfrentar una crisis inesperada.
A través de sus redes sociales, la celebridad expresó su desconsuelo y compartió imágenes que reflejaban la intensidad de su tristeza y confusión ante esta pérdida irreparable. El joven, quien había luchado contra una enfermedad compleja durante años, siempre había mostrado una fortaleza admirable, respaldado por el amor incondicional y el cuidado constante de su madre.
La partida de su hijo significó un antes y un después en la vida de Luly Bossa, dejándola sumida en un dolor que aún intenta sobrellevar. Aunque busca seguir adelante, los recuerdos de su “príncipe”, como cariñosamente lo llamaba, la mantienen emocionalmente conectada a su memoria, mientras encuentra formas de honrar su legado.
Recientemente, Luly Bossa recurrió a su cuenta oficial de Instagram para compartir un video, el cual reflejaba cómo la realidad de la artista ya no era la misma desde hace meses. La colombiana no dudó en abrir su corazón y exponer las emociones que la inundaban día a día.
Según quedó reflejado, la famosa quiso dirigirse a sus seguidores, contándoles un poco de la verdad que rodeaba su realidad. Aunque en el pasado buscaba caminos para distraerse y seguir, no fue sencillo y terminó enfrentando el vacío que le dejó este año.
A través de imágenes, Luly Bossa, que cumplió sueño que tenía con su hijo; reveló que las energías que estaban en su presente no eran fáciles de lidiar, ya que los recuerdos y la ausencia de Ángelo seguían golpeándola considerablemente.
“Quiero hablar de la energía de este año, porque para mí este asunto es una vaina tan berraca de manejar por todo lo que me ha pasado este 2024...por la ida de Ángelo”, dijo al inicio.
Luly Bossa confesó que le costaba dormir, arrancar sus actividades diarias y olvidar los pensamientos que le hacían daño. La actriz puntualizó que intentaba avanzar, pero todo era complicado cuando el dolor aparecía y se quedaba.
“Es como si me hubieran arrancado un pedazo de vida, como si me hubieran arrancado algo vital. No me puedo levantar tan temprano como lo hacía, tengo insomnio, todos los días lloro a mi hijo...trato de ocuparme y no de preocuparme, por eso siempre estoy luchando, haciendo cosas que los dos teníamos planeado hacer”, comentó.
“Es muy difícil, a veces he hablado con coaches, está bien que haya días en los que uno no está bien, que haya días en los que uno quiere llorar, en que haya días en los que uno quiera darse garra entrenando y pasarse...está bien agarrar el toro por los cachos, pero lo de mi hijo es algo que nunca esperé que sucediera, por eso soy partidaria de que hay que llorar, hablarle a la persona y decirle, así ya no esté”, agregó en el post.
No obstante, la colombiana mencionó que su refugio en este instante eran sus mascotas y Dios, quienes la ayudaban a levantarse y continuar con los objetivos que se planteó antes. Aunque por momentos le cuesta, apoyarse en sus creencias le benefició en un terreno emocional e interno con el que ha luchado desde el minuto que su hijo murió.
“Son un calmante tan espectacular, entonces está bien no estar bien y llenarnos con cosas que tranquilizan el alma, seguir luchando para aprender. Dios es el refugio más grande que tengo todos los días”, agregó, agradeciendo por estas experiencias que atravesaba.