Uno de los asuntos más álgidos de la fama es el perder cierta libertad para recorrer lugares públicos sin tener que preocuparse por tomarse fotos con gente que no se conoce, lidiar con personas que por fervor y pasión hacen persecuciones dignas de una película y hasta no poder ni siquiera dejar un recuerdo de dicho paseo porque se hace imposible posar sin que alguien se entrometa en el camino.
Muchos famosos han hecho eco de estas dificultades a la hora de querer disfrutar como cualquier turista de lugares tan icónicos como el centro histórico de Ciudad de México. Sin embargo, el cantante colombiano Maluma ha desarrollado una habilidad asombrosa para volver a disfrutar de esta cotidianidad sin que su fama se interponga en ello.
Tal como lo mostró en su cuenta oficial de Instagram, Maluma está en este momento en el país azteca cumpliendo con algunos asuntos laborales que le exigían estar en Latinoamérica, dejando atrás la tranquilidad de su casa en Miami y el hermetismo con el que también vive en su mansión en Medellín, a donde también intenta escaparse cada vez que su apretada agenda se lo permite.
En México, Maluma pudo visitar sitios muy románticos para realizar producciones audiovisuales, entre ellos museos y construcciones coloniales turísticas, comió los tradicionales tacos que tanto le gustan y que tiene que evitar dada su rigurosa dieta, y hasta aprovechó para lucir sus looks icónicos en los que combina diferentes texturas y colores con formas que entallan su envidiable figura.
Pero Maluma quería algo más y como cualquier persona que no es de México y tiene la oportunidad de ir a uno de sus lugares más icónicos, el cantante decidió poner en práctica su gran talento de pasar desapercibido entre multitudes para poder recorrer el mítico Zócalo, cuyo nombre oficial es la Plaza de la Construcción, siendo la plaza central más importante de la capital mexicana.
En el video, que se ve en su cuenta de Instagram, el paisa sale caminando muy deprisa usando una gorra blanca y fucsia, lentes oscuros y una chaqueta impermeable negra Prada de gran volumen que camuflaba en gran parte su imagen, que es conocida en todo el mundo gracias al éxito rotundo que ha tenido su música en los últimos años.
A plenas 5:00 p. m., horario en que muchas personas se congregan en dicha plaza para tomarse una foto o departir con amigos, Maluma caminó esquivando a transeúntes como si fuera un “mortal más”, obviamente acompañado de un equipo de seguridad que caminaba a varios metros del colombiano tratando también de pasar desapercibidos, pero muy vigilantes de cualquiera que lograra ver la verdad y pudiera abalanzarse sobre el artista.
Según lo publicado por el paisa, nadie logró reconocerlo y Maluma caminó los 46.800 m² de la superficie rectangular, que en su periferia aún tiene edificios coloniales de muchos años de antigüedad y que guardan una gran historia de lo que fue la colonización no solo de México, sino de toda América Latina.
Maluma logró su objetivo y en sus historias hizo alarde de ello, mostrando algunas de las fotos que están en su álbum y en una de ellas, la última específicamente, hizo lo que se puede llamar como un anuncio, pues dejó a entender que dicha visita al Zócalo no solo se trataba de un paseo turístico, pues quizás pudo ser un set visit para reconocer el terreno de uno de sus próximos shows.
“Pronto mi primer Zócalo. Se acordarán de este post”, escribió el colombiano sobre su imagen en su historia, dejando la expectativa de si ya se está cocinando el concierto de Maluma en la Plaza de la Construcción o se trata de un simple sueño del artista, que hay que reconocer, siempre se cumplen.