La actriz estadounidense Naya Rivera, conocida por su trabajo en la serie de televisión "Glee" (interpretando a Santa López), desapareció el miércoles en el lago Piru, al noroeste de Los Ángeles, después de alquilar un bote con su hijo de cuatro años, Josey Hollis Dorsey. El pequeño fue encontrado "dormido y con el chaleco salvavidas puesto", según indicó Eric Buschow, de la oficina del sheriff a la AFP. Sin embargo, no había rastro de Rivera y, debido a las horas que habían pasado tras su desaparición, las autoridades creen que la mujer falleció ahogada por no usar el chaleco respectivo. Vale recordar que el lago Piru está ubicado en un reserva de 500 hectáreas en donde suele haber pocos visitantes, pero al menos uno de ellos logró ver a Josey sobre la embarcación para dar aviso a las autoridades.
"Suponemos que ocurrió un accidente y asumimos que ella se ahogó en el lago", afirmó este jueves Chris Dyer, agente policial del condado de Ventura. El oficial agregó: "Esperamos lo mejor, nos preparamos para lo peor. No hay signos de asesinato ni signos de que algo saliera mal, más allá de un trágico accidente". Las pertenencias personales de Rivera estaban en el bote, así como su Mercedes G-Wagon fue encontrado en el estacionamiento. Lo más impactante del hecho fueron las desgarradoras palabras que dijo el niño de cuatro años a la Policía. “Mamá saltó al agua y no volvió a subir". Según los detalles que reveló TMZ, Josey contó que él también saltó al lago, pero regresó tiempo después, mientras que su madre de 33 años no lo hizo.
La actriz había publicado una tierna fotografía un día antes de salir de paseo con su hijo, producto de la relación que sostuvo con Ryan Dorsey, de quien se separó en 2018. La imagen estaba acompañada de la frase "solo nosotros dos".
*Con información de la AFP.