La voz de Maureen Belky Ramírez Cardona, conocida como Marbelle, se perfila como una de las principales antagonistas del gobierno de Gustavo Petro. La artista se bajó de los escenarios en 2021 y se subió a Twitter a lanzar las “perlas finas” contra todo lo que tiene el sello de la izquierda. En la reciente jornada electoral sus polémicos cometarios generaron estruendos en las filas del Pacto Histórico.

El nombre de la cantante caleña ha estado vinculado a la política colombiana en dos períodos de la historia reciente. La primera aparición fue en los pasillos del gobierno que lideró Andrés Pastrana Arango, cuando hizo pública la relación sentimental con el jefe de seguridad del mandatario, el coronel Royne Chávez.

Un evento oficial de la Presidencia detonó el noviazgo: la “reina de la música tecnocarrilera” llegó en enero de 1999 a San Vicente del Caguán a darle apertura a las mesas de negociación del fallido acuerdo de paz que el Estado pretendió alcanzar con la extinta guerrilla de las Farc.

El amorío que empezó a caminar no contó con el respaldo de la madre de Marbelle, María Isbeth Cardona Restrepo. Ella fue la sombra de la cantante hasta 2002 cuando falleció luego de practicarse una lipoescultura.

Varios años de disgustos con la mujer que impulsó su carrera artística tuvieron que pasar para conseguir el visto bueno del uniformado al interior de su casa. Pronto vino el matrimonio que estuvo apadrinado por la entonces familia presidencial y, tiempo después, llegó su primera hija: Rafaella Chávez.

Más tarde consiguieron los problemas. Un caso de corrupción por enriquecimiento ilícito que protagonizó su esposo comenzó a tambalear la relación. En un tramo de la investigación, las pruebas salpicaron a la artista, pero la Fiscalía General de la Nación la libró de responsabilidades.

Cosa contraria ocurrió con el coronel, él estuvo en la cárcel pagando dos condenas que sumaron 60 meses por construir un edificio en Bogotá con recursos que no pudo justificar. Trató de bajarle el nivel a la dificultad con un documento de notaría que falsificó. Todas las faltas las pagó en el penal de La Picota.

Siete años más adelante, terminaron la relación en un escándalo por supuestos maltratos físicos. En varias entrevistas Marbelle asumió que el divorcio les dio mucho dolor, pero tuvo su curso en los mejores términos por el bienestar de la menor.

De ahí en adelante siguió inflando la imagen de Marbelle en el mundo con canciones que plasman los caminos de una relación. En la lista figuran Adicta al dolor, Días nublados, Puede cambiar, La confesión y Ya te olvidé. Sus interpretaciones la llevaron a ser jurado de un famoso reality show de música y presentadora en varios programas. Su más reciente aparición en las pantallas fue como participante de MasterChef Celebrity.

Los encontrones de Marbelle con la izquierda colombiana

Durante la campaña de la primera y segunda vuelta presidencial volvió a los titulares de la prensa por las arremetidas contra los integrantes del Pacto Histórico, coalición de izquierda que ganó la elección llevando el poder a Gustavo Petro y a Francia Márquez, quienes tomarán posesión el próximo siete de agosto.

Las críticas de la cantante siempre vincularon a las cabezas de ese grupo político, unos mensajes más fuertes que otros. Sin embargo, la comunicación que tuvo mayor relevancia pasó a los estrados judiciales por el calibre de las palabras que usó contra la hoy vicepresidenta.

En un trino reposteó una ilustración publicitaria en la que aparece Márquez junto a Petro y escribió: “El Cacas y King Kong”, comparando a la mujer con un simio ficticio que ha sido protagonista de varias películas. Las respuestas de rechazo no se hicieron esperar y, como es costumbre, le cantó la tabla a cada uno de los que criticaron su postura.

Si bien Marbelle borró la publicación, el senador Roy Barreras la denunció por los delitos de hostigamiento e injuria y calumnia agravadas. A juicio del parlamentario, “se configuró en forma clara la imputación deshonrosa, al hacer el símil de ella con un gorila”.

Luego dijo que Gustavo Bolívar era la moza de Petro. Más tarde agrupó a algunos congresistas electos del Pacto Histórico en un “cartel de los corruptos que quieren hacer creer que somos nosotros los que la hemos cagado… ellos no”, ahí figuró Piedad Córdoba.

Antes de la elección, advirtió que, si Petro ganaba las elecciones, abandonaría el país: “(…) Yo me voy antes que ‘Keng Keng’ [King Kong] se suba a la torre Colpatria”. Desde el 19 de junio, batalla a diario en Twitter contra los que le insisten en que cumpla su palabra.

Las últimas posturas de la artista vallecaucana ponen en tela de juicio la conversación nacional que inició el presidente electo con los partidos políticos que contrariaron sus proyectos durante las campañas. El malestar está con los que se sentaron a hablar con Petro, cosa que “jamás” hará ella, como lo dio a saber en sus redes sociales.