A Mauricio siempre le fascinó el mundo de las celebridades y quizá ni él mismo imaginó que llegaría a ellas por su trabajo en el campo textil. Gracias a su negocio de ornamentación y acabado final para marcas como Diesel, Chevignon y Levi’s, se familiarizó con los cristales y en sus viajes por el mundo descubrió que tenían otras aplicaciones. Primero, ensayó un letrero con su nombre, luego con diversos materiales y la exploración lo llevó, por último, a hacer retratos de famosos.

Los resultados fueron cada vez mejores y llegaron a oídos de artistas como el rapero Daddy Yankee, quien le encargó una de sus creaciones para el video de La nueva y la ex. La voz se fue corriendo entre los reguetoneros; grandes cantantes colombianos, como Carlos Vives; o latinos, como Marc Anthony; y futbolistas de la talla de Maradona, Messi y David Beckham. En fin, cada vez se hizo más frecuente para él recibir mensajes de este estilo: “Hola, soy Cristiano”. Sí, era el gran Cristiano Ronaldo, reconocido por su afición al lujo, quien quería unos retratos de su familia.

A Diego Armando Maradona le hizo un balón decorado con pedrería, una línea especial para los futbolistas. Las fronteras se ensancharon hasta llegar a Hollywood, donde ahora es muy valorado por estrellas como las Kardashian, empezando por la matriarca del clan, Kris Jenner; o Jennifer López, quien supo de él por las redes sociales.

“Instagram es un arma poderosa. Unas celebridades me postean y así las otras ven mi trabajo. También me he dado a conocer en fiestas, porque cuando cuelgo una obra en la casa de un artista de renombre los invitados le preguntan quién la hizo”, relata.  Mr. Bling también se está abriendo camino entre las acaudaladas monarquías de los Emiratos Árabes Unidos, grandes amantes del brillo y la ostentación. “No fue fácil”, cuenta, pero hoy el emir de Dubái, Mohammed bin Rashid Al Maktoum, y su príncipe heredero, Hamdan, forman parte de la larga lista de compradores.

Kris Jenner, la matriarca del clan Kardashian, quedó encantada con su retrato. Mr. Bling también tiene entre sus clientes a Messi, Puff Daddy, Marc Anthony y David Beckham. A Jennifer López (abajo) leentregó un retrato de sorpresa durante su fiesta de 50 años en la casa de Gloria Estefan en Miami.

Los retratos, elaborados a partir de una foto digital y que van sobre tela, son enteramente realizados en cristales de Swarovski, checos o coreanos, cuya paleta de color es tan amplia, que le permite a Mr. Bling cumplirles a sus clientes caprichitos como ponerle más color a la piel, cambiarles el tono de los ojos o arreglarles la nariz.

Además del centelleo, las obras despiertan admiración por su profundidad y nitidez, efectos que en formatos grandes como estos (miden desde dos metros de largo) solo se logran aplicando cristal por cristal a mano, explica su creador, quien cuenta con un equipo de unas veinte personas para ello. Él no revela los precios, pero no es difícil adivinar que se trata de sumas que solo pueden pagar chequeras muy bien dotadas.  * Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Puede leer otros aquí.