Desde que Donald Trump empezó su carrera por la Presidencia de Estados Unidos y hasta esta semana que dejó el poder, sus apariciones junto a su esposa Melania no han sido muy afortunadas. La prensa norteamericana ha hablado del lenguaje de la primera dama que demuestra tensión y tristeza como una señal de que las cosas no marchan bien.

Días antes de dejar la Casa Blanca las noticias de un divorcio habían llenado la prensa del corazón del mundo. La noticia la dio a conocer el diario británico The Daily Mail al publicar que la exasistente de Melania Trump, Omarosa Manigault Newman, afirmó que la exmodelo de origen esloveno “cuenta los minutos para divorciarse”.

Este 22 de enero la pareja celebra, aún juntos, un nuevo aniversario. El canal Fox, muy cercano al magnate durante su gobierno y crítico en los últimos días, celebró en redes sociales la fecha.

Melania, la enigmática exprimera dama

Melania nació en 1970 en Novo Mesto, la antigua Yugoslavia, que se encontraba bajo la dictadura comunista del mariscal Tito. Creció con su padre, Viktor (comunista), su madre Amalija Knavs y su hermana Inés. Cuando tenía 16 años conoció a un fotógrafo que le preguntó si le interesaba el modelaje y, al poco tiempo, se mudó a Milán, Italia, donde desfiló en grandes pasarelas.

Viajó a Nueva York en 1996. Allí conoció a la gran representante de modelos Eileen Ford, con quien obtuvo muchos contratos. Su talento le permitió ser portada de revistas como Vogue, Ocean Drive, Avenue, Harper’s Baazar y GQ, además de ser retratada por reconocidos fotógrafos como Helmut Newton.

Tenía 28 años cuando, durante su participación en la Semana de la Moda de Nueva York, conoció al magnate de los bienes raíces, quien en ese entonces tenía 52.

Según relató Melania en una entrevista, Trump se acercó para pedirle su número y ella contestó “no voy a dártelo, dame el tuyo y yo te llamo”. El empresario, que en ese entonces ya tenía cuatro hijos y un segundo divorcio encima, le dio todos sus números: el de la oficina, el de Mar-a-Lago y el de su casa en Nueva York.

Unos días después ella lo llamó. “Estaba impactada con su energía. Tiene una vitalidad impresionante. Tiene una mente brillante, es una persona muy inteligente”, dijo la primera dama cuando le preguntaron qué le gustó de Donald Trump.

Foto: AP.

Para su primera cita la pareja se veía feliz y cariñosa. Ambos eran la sensación en las fiestas y su relación se veía muy afianzada. Pero esto fue cambiando con el tiempo. "Recuerdo aquella noche como si hubiese sido hace solo dos meses", aseguró Melania sobre esa primera salida con Trump, de la que han pasado ya casi dos décadas.

Con el apoyo de su pareja Melania también se convirtió en una empresaria. Creó su propia línea de joyas para dejar el modelaje de lado. Solo aparecía de vez en cuando en algunas portadas.

Melania supo al poco tiempo de relación con el magnate que Donald Trump no era un hombre de una sola mujer. Él salía al mismo tiempo con la empresaria noruega Celina Midelfart. Hubo varias rupturas en 1999 y en el año 2000. La prensa rosa afirmaba que la exmodelo siempre salía con el corazón roto, mientras Trump decía que romper con ella fue “una de las cosas más difíciles que ha hecho en la vida”.

A pesar de todo, seis años después de conocerse, se casaron. La gala de la Semana de la Moda de 2004 volvió a ser el escenario donde Trump le hacía una propuesta, esta vez con un anillo de 1,5 millones de dólares. “Me hicieron un descuento de la mitad. Solo un tonto no hubiera aprovechado esa oportunidad”, dijo Trump cuando le preguntaron por la joya.

La ceremonia se celebró en el año 2005 en la iglesia episcopal de Bethesda-by-the-Sea y la recepción tuvo lugar en el club Mar-a-Lago que tiene Trump en Palm Beach. Asistieron 400 invitados, entre ellos personalidades como Heidi Klum, Billy Joel y Tony Bennett, o miembros de la realeza como Alberto de Mónaco y Carlos de Inglaterra; incluso asistió el matrimonio Bill Clinton.

Un año más tarde nació Barron William, el único hijo de Melania y el quinto hijo de Trump, quien también es padre de Ivanka, Tiffany, Eric y Donald Jr. “Sigo estando joven, ¿verdad? Produzco hijos, me mantengo joven”, celebró el protagonista del reality show El Aprendiz.

Desde entonces Melania se volcó por completo al cuidado del pequeño que hoy tiene diez años. La pareja Trump dijo que no le tendrían una nana. "Si tienes demasiada ayuda, no tienes la oportunidad de conocer a tus hijos", aseguró Trump en una entrevista. El niño habla tres idiomas, juega golf y vive rodeado de lujos. También parecía tener una vida perfecta hasta que se empezó a hablar de la posibilidad de que sufra de algún tipo de autismo, cosa que se ha desmentido desde la Casa Blanca y ha causado varias demandas.

Foto: AP.

El cuento de hadas se ha ido trasformando. Melania, aunque sigue siendo una mujer hermosa, no se ve con la alegría y vitalidad de los tiempos pasados. Se hacen evidentes los mutuos desplantes, la ausencia de Melania como primera dama y los gestos fríos y poco cariñosos entre la pareja presidencial.

Todos se sorprendieron cuando se supo que la primera dama no viviría en la Casa Blanca para que su hijo Barron no interrumpiera su año escolar. “Me gustaría que nuestra vida siguiese siendo lo más normal posible para mi hijo Barron. Soy una madre a tiempo completo y eso me encanta”, explicó ella.

Los estadounidenses están acostumbrados a tener una primera dama activa y visible. Nunca en tiempos modernos una primera dama evitó mudarse a la Casa Blanca tras la investidura. "Ciertamente no hemos visto un fenómeno como este, cuando la primera dama retrasa al menos durante meses su mudanza a la Casa Blanca", dijo a AFOP Katherine Jellinson, profesora de historia de la Universidad de Ohio.

“¿Dónde está Melania Trump? 12 días sin aparecer en público”, se preguntó CNN. “Vidas separadas”, tituló US Weekly. Y muchos otros medios rotularon de una forma similar.

"Estoy reuniendo un equipo profesional y experimentado que se tomará el tiempo de hacer las cosas bien", señaló la primera dama ante las críticas.

Muchos han tomado esta decisión como un desplante grave de la primera dama hacia su esposo porque no contribuye a mejorar la impopularidad de su esposo. También representa una forma de “abandono” en un momento en que necesita que ella participe en obras de carácter social y humanitario, como lo han hecho otras primeras damas.

Otros especulan que desde que Melania fue acusada de plagiar el discurso de Michelle Obama, la familia presidencial ha preferido que sus apariciones sean más discretas. También atribuyen este hecho a la decisión de Melania de figurar lo menos posible por las recurrentes críticas y comparaciones con Michelle Obama a las que se enfrenta diariamente. Esto explicaría además por qué en sus apariciones públicas se ve tensa y nerviosa.

“Su lenguaje corporal muestra que ella está tensa y que pareciera estar buscando la validación de su marido todo el tiempo”, han aseverado varios analistas en diferentes medios internacionales. “Sus movimientos son robóticos, responde las preguntas sin naturalidad. Se ve nerviosa, como si estuviera caminando sobre cascaras de huevo. Hace unos años se vería más relajada y sus gestos eran más suaves”, agregaron.

Google reveló que una de las principales búsquedas de los norteamericanos ha sido la pregunta: ¿por qué Melania Trump siempre está triste? Sus gestos en momentos trascendentales como la posesión de su marido o el primer baile de la pareja presidencial han dado mucho de qué hablar.

Las apariciones de Melania y Trump contrastan con las muestras de amor de la pareja Obama. El presidente no le abre la puerta; cuando ella lo toma de la mano, él la suelta; no le sonríe, no la mira, no la deja pasar primero.

Para algunas feministas estos gestos no significarían nada y la caballerosidad sería vista como una muestra de machismo. Los que conocen a la pareja han dicho que no eran así en un comienzo y por eso ya se rumora de una relación que ha ido desmoronando con el tiempo.

*Esta historia fue actualizada de un perfil de Melania Trump publicado en 2017.