“Fue realmente aterrador, y es algo que realmente había bloqueado durante muchos años. Pero está volviendo todo el tiempo, y pienso en ello. Y ahora, mirando hacia atrás como adulto, eso definitivamente fue abuso sexual”.
El relato es de Paris Hilton. La influenciadora y millonaria heredera de la cadena hotelera que lleva su apellido relató, visiblemente conmocionada, la pesadilla que vivió durante los 11 meses en los que permaneció en Provo Canyon School, una especie de internado en Utah, a donde llegó cuando tenía 17 años, en la década de los 90.
Paris afirma que mientras estaba en la escuela se vio obligada a someterse a supuestos exámenes médicos cervicales, que en realidad eran realizados por miembros del personal de la institución en las primeras horas de la mañana.
“Mi infancia fue robada”, dijo entre lágrimas a sus millones de seguidores en sus redes sociales.
La estrella de reality, de 41 años, contó que en ese momento no sabía “lo que estaban haciendo” con ella y otras adolescentes que se encontraban en la misma escuela, “pero definitivamente no eran médicos y fue realmente aterrador. Nos metían los dedos con la excusa de que eran exámenes médicos”.
La primera vez que Hilton le contó al mundo de estos abusos sexuales fue en 2020, a través de su documental This is Paris, con el que logró impulsar una regulación nueva y más estricta en las escuelas para adolescentes con problemas.
Luego, en 2021, les entregó a los legisladores de Utah detalles de los meses de terror que vivió en dicho internado: “Los niños eran sujetados, arrojados a las paredes, estrangulados y abusados sexualmente con regularidad”.
“Muy tarde en la noche, cerca de las tres o cuatro de la mañana, nos llevarían a mí y a otras niñas a una habitación para realizarnos exámenes. Pero esto ni siquiera fue con un médico. Fue con un par de miembros del personal, diferentes, donde nos tendían sobre la mesa y ponían sus dedos dentro de nosotros”, dijo.
Paris detalló aún más los supuestos incidentes en Twitter: “Privadas de sueño y fuertemente medicadas, ninguna entendía lo que estaba sucediendo”.
La influenciadora apareció junto a otros jóvenes que habían sido enviados a centros similares siendo adolescentes, en una serie titulada: ¿Puedes castigar los problemas de salud mental de un niño?
Y agregó: “Me obligaron a acostarme en una mesa acolchada, abrir las piernas y someterme a exámenes cervicales. Lloré mientras me sujetaban y decían ‘¡No!’. Simplemente dijeron: ‘Cállate. Cállate. Deja de luchar’”.
Ahora, la influenciadora impulsa una campaña mundial contra el abuso de menores y para regular los llamados ‘centros de adolescentes con problemas’.
En declaraciones al New York Times, Hilton narró que estos abusos le dejaron secuelas psicológicas que le ha costado superar en más de veinte años.
Y subrayó, además, la importancia de hablar “sobre estos momentos dolorosos para poder sanar y ayudar a poner fin a este abuso”.
“Esta fue una experiencia recurrente, no solo para mí sino para otros sobrevivientes. Me violaron y lloro mientras escribo esto porque nadie, especialmente un niño, debe ser abusado sexualmente. Me robaron mi infancia y me mata, esto todavía les está pasando a otros niños inocentes”, aseguró la también empresaria.
En su cuenta de Twitter etiquetó a Universal Health Services, que compró Provo Canyon School en 2000, un año después de su presunto abuso, instándolos a cerrar el centro.
Se trata de una institución en donde una estadía de 12 meses cuesta hasta 300.000 dólares y ha enfrentado numerosas acusaciones de otros jóvenes que denuncian a sus empleados de golpearlos, drogarlos y abusar sexualmente de ellos.
“Dejen de priorizar las ganancias sobre las personas @UHS_Inc. Exijo que tomen medidas inmediatas comenzando por cerrar la escuela Provo Canyon antes del 1 de abril de 2023″, señaló la influenciadora.