La reconocida modelo y presentadora Sara Uribe en los últimos días se ha mostrado muy sensible ante sus seguidores y ha develado algunos detalles de su pasado, pues es bien sabido que sostuvo una relación con el futbolista Freddy Guarín, con quien tuvo un hijo (que nació en Estados Unidos) mientras estaban en China, ya que vivía allá debido a que el jugador estaba trabajando para un equipo de ese país.
Luego de ello, Sara se separó temporalmente del deportista, pero a él lo contrataron en Brasil, para que jugara con un equipo de Río de Janeiro y allí quiso darse una oportunidad, pero las cosas ya no funcionaron, así lo explicó en un video, pues recordó también (mientras organizaba sus muebles) que al volver, no tenía ni donde sentarse: “Cuando llegué de Brasil, no tenía ni en donde sentarme… Antes de tener esa sala, que regalé, les voy a contar cuando tomé la decisión de separarme y regresé de Brasil…”.
Asimismo, dijo que su hermano estaba en ese país, y la vio muy mal: Les cuento que este día, yo estaba en la playa con mi hermano, él estaba como preocupado, porque yo ya no sonreía y no era la mujer feliz, que siempre he sido. Mi sonrisa ya no se veía, estaba enferma y tenía el alma muy triste. No sabía qué tenía en mi interior y me sentía muy enferma”.
Y dijo que “estaba muy flaca, no me había vuelto a arreglar, el pelo se me estaba cayendo, las uñas se me quebraban. Mi garganta estaba con sangre y yo no podía tragar, hasta tenía mal olor”.
“Me salieron unos cálculos muy grandes, en las amígdalas, yo me los quitaba todas las noches al escondido… Yo no podía ni hablar y me dolía mucho, percibía ese olor dentro de mí y no podía expresarlo a la gente”, agregó la paisa.
“Era como un dolor en el alma, muy grande, como si estuvieran acabando conmigo, por dentro. Le decía a Dios que me pusiera personas que me hablaran, que quería el mensaje de Dios y que, si me tenía que ir de ese lugar, que me lo mostrara” y eso fue lo que ambos vieron y ella pudo sentir.
Por lo cual, mencionó a una niña desconocida que se le acercó, luego de orar en su corazón: “Llega esta niña y me dice: ‘Tú pareces modelo, bailemos’. Y empezamos a bailar y ella me enseñaba a bailar samba y yo no sabía hablar portugués… Ella me decía que era muy bonita y me abrazaba”.
Otro suceso que la sorprendió fue una persona que también se le acercó: “Se atravesó una persona que recogía basura en la playa, un señor, y ese señor se sentó a mi lado y me abrazó como nunca. Me abrazaba, me abrazaba. Yo le decía que por qué me abrazaba. Mi hermano se quedó asustado y me dijo: ‘¿Viste? ¡Ese señor como te abrazó y la niña como te abrazó!’”.
En aquel instante, Tomás, su hermano, le dijo: “Tú eres luz, no te puedes apagar, vamos a sonreír, a bailar, a ser felices. Tú tienes que volver a vivir”. Por lo que ella afirma: “Entendí el mensaje de Dios, Dios se me acercó de dos maneras en mi vida y me dio mis mensajes. A los dos días, cogí una maleta, dos morrales y empezamos de cero…”.
La modelo antioqueña aseveró que “fue una nueva vida para mí, con un motorcito tan lindo en mi vida (su hijo) y fue sinónimo de que yo soy capaz, yo pude, tenía que volver a vivir y en ese lugar querían matarnos y dañarnos. Pero, la maldad y la vida no podían con tanto amor bonito”.
“Nos vinimos, con el dolor en el alma, ustedes no saben lo que lloraba en ese avión. Se me caía la vida, se me derrumbaba tener que dejar a alguien; amándolo con todo mi ser y mi corazón. Dejar una vida, que para muchas personas era de ensueño. Y venirme con lo que teníamos y ¿qué cara le doy al mundo? ¿Cómo le digo al mundo que tengo que volver a empezar?”, expresó finalmente la modelo.