La relación entre Shakira y Montserrat Bernabéu –madre de Gerard Piqué– siempre estuvo llena de altibajos.

Así lo asegura a SEMANA Víctor Gayarre, veterano periodista que ha trabajado en distintos medios de España y ha seguido de cerca la historia amorosa que acabó en decepción entre la colombiana y el exjugador culé.

En 2010, “cuando se conoció que Shakira había comenzado su relación con Piqué, la madre del jugador se opuso, pues no vio con buenos ojos que su hijo se enamorara de una mujer diez años mayor que él e involucrada además en el mundo del espectáculo. Esa mezcla le parecía fatal”, dice el reportero.

“No quería una mujer así para un Piqué de solo 22 años, que brillaba en lo más alto de su carrera con el Barça. Y, encima, no era catalana, lo que también mortificaba a la señora Bernabéu”, asegura el periodista.

Y enfatiza en que, por entonces, Piqué era visto como un hombre “joven, guapo y millonario. Pero no un millonario cualquiera. Era de cuna”. Su abuelo, Amador Bernabéu, es un histórico del FC Barcelona y sus padres pertenecen a la boyante burguesía catalana, “tan cerrada como clasista, que ven como un intruso a todo aquel cuya procedencia y apellido no conocen”.

Montserrat Bernabéu conocía bien que Piqué, aún viviendo con Shakira, pasaba fines de semana enteros con su nueva novia, Clara Chía Martí, en la casa de campo que los padres del deportista tienen en un municipio cercano a Barcelona. | Foto: 2015 Jean Catuffe

Por eso, cuando el entonces defensa del Barça le contó a su familia que se había enamorado de la colombiana y que ambos lo confirmarían a la prensa, Monserrat, hoy de 60 años, “quedó en shock”, no era la nuera deseada, dice Gayarre.

Sucedió así: En marzo de 2011, la artista oficializó su relación a través de Twitter al postear una foto junto al entonces jugador culé: “Les presentó a mi sol”, dijo una Shakira enamorada. Millones de seguidores de la colombiana reaccionaban con entusiasmo. “La prensa española flipaba”, como recuerda Gayarre.

Pero en Esplugues de Llobregat, uno de los sectores más exclusivos de la capital catalana, donde viven los padres de Piqué, Monserrat pasaba horas amargas. “Es que para muchas familias tradicionales de Barcelona, incluso si eres de Madrid ya eres un intruso. ¡Imagínate entonces si eres de Colombia!”, agrega.

Y, a pesar de que para ese momento Shakira ya era una estrella internacional, facturaba millones, era la artista más vendida en español y encandilaba al mundo con su ‘Waka Waka’, himno del Mundial de Sudáfrica 2010, para Monserrat era simplemente “una intrusa”.

Quizá por eso, Montserrat Bernabéu no tuvo problema en ocultarle a Shakira las andanzas de Piqué con su nuevo amor, cuando aún vivía con ella y sus hijos.

A pesar de que Shakira ya era una estrella internacional cuando se enamoró de Piqué y facturaba millones, para la madre de Piqué era solo "una intrusa".

Tan enterada estaba del asunto, que conocía bien que Piqué pasaba fines de semana enteros con su nueva novia, Clara Chía Martí, en la casa de campo que los padres del deportista tienen en Cabrils, un municipio cercano a Barcelona, tal como lo reveló Laura Fa, periodista e integrante de las Mamarazzis, espacio de entretenimiento de El Periódico de Cataluña.

“Todo lo de Shakira le molestaba”

Según Gayarre, a Montserrat “le molestaba todo” de Shakira. “Que fuera diez años mayor que su hijo. Que fuera una cantante, por mucho éxito que tuviera. Que no fuera catalana o al menos de una familia reconocible. Y además sentía que, por ser mayor, podría manejar a Piqué a su antojo y manipularlo”.

Segura de que la barranquillera sería solo un capricho pasajero de Piqué –descrestado ante la posibilidad de estar con una estrella internacional de la música–, Montserrat Bernabéu le decía a su familia que más pronto que tarde la diferencia de edad le pasaría factura a la relación y que Shakira, que la llamaba “mi suegrita”, no se amañaría en una ciudad como Barcelona.

Pero entonces Shakira se radicó definitivamente en Barcelona y al poco tiempo llegaron los nietos. Primero Milan, tras un año de noviazgo, y luego Sasha en 2014.

La madre de Piqué pensaba que Shakira solo sería un capricho pasajero en la vida de su hijo. Foto: Instagram @shakira. | Foto: Foto: Instagram @shakira.

“Con el tiempo no tuvo de otra que hacerse a la idea y creo que hubo momentos en los que incluso se acercaron, y hasta se les veía juntas en los palcos del Barça, pero se dio principalmente con el nacimiento de los niños, la gran debilidad de toda la familia Piqué”, confiesa el periodista.

Y los peores presagios de la exsuegra se cumplieron: Gerard se alejó, poco a poco, de sus padres para escribir su historia de amor con la colombiana. “Pero creo que Monserrat detestó esa vida. Ver a su hijo en las revistas del corazón y, sobre todo, que lo trataran como ‘el novio de’. Con el tiempo no le quedó más camino que acostumbrarse”.

Es que, de personalidad discreta, Monserrat pertenece a otro mundo completamente distinto. Gran parte de su trayectoria la ha desarrollado en el prestigioso Institut Guttmann, líder en rehabilitación integral de pacientes con daños cerebrales, lesiones medulares o cualquier otro trastorno neurológico. Fue jefa de la Unidad de Daño Cerebral hasta 2018 y en la actualidad es codirectora de la Fundación Institut Guttman.

Hoy, lejos de los días en los que Shakira la llamaba “mi suegrita”, la artista no soporta a su exsuegra. Y el sentimiento de la familia Piqué hacia la colombiana es mutuo.

Según el programa Sálvame, del canal español Telecinco, que tuvo acceso a un audio privado de uno de los integrantes de la familia, los Piqué están unidos bajo un mismo sentimiento en torno a la barranquillera: “Que desaparezca de nuestras vidas”.

Según lo revelado en el programa, “a ellos les da igual si le va la vida bien o mal (a Shakira), pero le piden que desaparezca definitivamente de sus vidas”.