Durante casi 30 años el cantante Miguel Bosé, uno de los más reconocidos en España y América Latina, vivió con el escultor Nacho Palau. Eran pareja, novios, pero nunca se dejaron ver juntos o en una situación romántica ante la opinión pública. Así lograron mantener en secreto un romance del que muchos hablaban en rumores, pero del que solo sabían a ciencia cierta las familias de ambos. En ese tiempo tuvieron cuatro hijos. Dos engendrados biológicamente por Bosé con un vientre de alquiler y dos por Palau, usando el mismo método. Los cuatro hermanos se criaron juntos y el cantante, que ha guardado celosamente su vida privada, siempre los presentó como suyos.
Pero en octubre del año pasado todo se rompió. Un comunicado publicado por el representante de Palau no solo le confirmó al mundo que él había tenido un romance de 26 años con Bosé, sino que informaba que ambos habían decidido separarse y que el escultor estaba iniciando acciones legales para “defender mis derechos y los de mis hijos menores”. Al parecer, cuando decidieron que no iban a convivir más, y no pudieron llegar a un acuerdo amistoso, Bosé se llevó a México a sus dos hijos biológicos (Diego y Tadeo) y dejó en España a Nacho con los de él (Ivo y Telmo). Eso no solo rompió la armonía y la unión de cuatro niños de siete años (son dos parejas de mellizos y se llevan entre ellos solo siete meses) que habían crecido juntos, sino que dejó en desventaja a los pequeños que se quedaron con el escultor, pues él no tiene los recursos económicos de Miguel Bosé. En su demanda, Palau pide que la ley reconozca que ambos son los padres de los cuatro niños, que se coordine un horario de visitas para que los pequeños pasen tiempo con ambos y que Bosé quedé con el compromiso de pasarle una pensión alimenticia para ayudarle a criar a los dos niños que se quedan en España.
Según ha dicho su abogado, la intención del artista es que se reconozca que él y Bosé tenían un proyecto de vida en común, y que eso incluyó el nacimiento de los niños. Por lo que todos cuatro tienen los mismos derechos. El cantante, por su parte, no ha hablado del tema en público desde que se conoció la acción legal, pero se cree que no quiere tener la paternidad sobre los cuatro niños, sino solo sobre los suyos. Lo cierto es que desde entonces todos han seguido una vida muy diferente. Bosé ha continuado con su carrera musical y vive con sus dos pequeños en una gran mansión en México. Incluso dicen que ya tiene un novio nuevo, que sería mucho menor que él. Palau, mientras tanto, se quedó en zona rural de España y según reportó hace poco el diario El País de Madrid, anda en una difícil situación económica y se le ha visto recogiendo las cosechas de aceituna y almendra en el campo. Esto porque hasta antes de la separación, trabajaba en las empresas del cantante, pero una vez pelearon, este vínculo terminó.
El próximo mes de marzo ambos se verán la cara nuevamente, pues están citados a un juzgado de Madrid para comenzar el proceso judicial que definirá la suerte de los cuatro niños. Hasta ahora, los padres solo se han puesto de acuerdo una vez: el pasado verano, cuando ya estaban viviendo distanciados, los cuatro niños pudieron encontrarse nuevamente y pasaron la mitad de sus vacaciones con Bosé y la otra mitad con Palau. Habrá que ver en qué termina toda la telenovela.