Aunque no ha vuelto a lanzar las películas de acción que le dieron reconocimiento mundial por cuatro décadas, Schawarzenegger sigue siendo un ídolo que suscita multitudes.
Así quedó demostrado en el museo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, donde el evento Un noche con Arnold Schwarzenegger agotó la boletería.
La velada constituyó el lanzamiento de la edición limitada (solo 997 ejemplares, 1.500 dólares cada uno) del libro Arnold, de la editorial Taschen.
El actor, por su parte, no defraudó a los asistentes, pues se prodigó en anécdotas dicientes y divertidas de sus 75 años de vida.
Entre las que más llamaron la atención, se contó lo que le pasó con su familia en la adolescencia, en su natal Austria, cuando empezaba a interesarse vivamente con el fisiculturismo, la primera carrera que lo puso en la escena mundial.
En los muros de su cuarto, Arnold tenía colgadas fotos de los ídolos de esa disciplina o bien actores que se caracterizaban por su físico musculoso, le relató a Dian Hanson, editor de Taschen.
Se trataba de imágenes de estrellas como Steve Lester Reeves, protagonista de la cinta Hércules, o del campeón inglés de pesas Reg Park.
En ellas, claro está, los hombres aparecían sin camisa o con diminutos trajes de baño y eso le acarreó problemas con su madre, quien le preguntaba por qué tenía esas fotos y no de mujeres como lo hacían sus amigos.
“Ella se paraba frente a las paredes, lloraba todos los días y decía ‘no sé qué hice mal’, hasta que un día llamó a nuestro doctor familiar”, narró el inolvidable protagonista de la franquicia Terminator.
El doctor acudió a la casa y cuando escuchó las inquietudes de Aurelia, como se llamaba su mamá, le contestó: “Eso es completamente normal en los chicos de su edad. Ello hacen de los hombres fuertes sus ídolos. No te preocupes, él no es gay”.
De hecho, era como lo señaló el doctor y los hombres fornidos no solo eran sus ídolos, sino sus modelos a seguir, a juzgar por otras remembranzas.
“Cuando leí que Reg Park entrenaba cinco horas al día, levantando pesas de gran magnitud y haciendo de 50 a 60 sets de ejercicio, quise hacer lo mismo”, recordó.
Su concentración en ser bueno en ello también desató el disgusto de sus padres.
“Ellos pensaban que estaba un poco loco, que me estaba esforzando más de la cuenta, que estaba obsesionado y que eso era malo para mi salud”.
En últimas, pudo demostrarles que ese enfoque decidido valió la pena, al punto de vencer al propio Reg Park, su héroe, en 1970 durante un torneo profesional en Londres.
Schwarzenegger agregó que sus relaciones con sus padres fueron siempre complicadas, fuera por ese motivo o por otros.
Gustav Schwarzenegger, contó en otra ocasión, lo correteaba, correa en mano, para azotarlo.
Desde antes de su triunfo en Londres, empezó a ascender a un ritmo imparable.
En 1967, a los 20 años, se convirtió en el Mister Universo más joven de la historia.
Ese y otros triunfos los condujeron a dejar la sencilla vida en medio de la cual creció en Europa y dar el salto a Estados Unidos, donde no solo se convirtió en una estrella de Hollywood, sino que conquistó a una mujer miembro de la familia más influyente y famosa del país, Maria Shriver, sobrina del presidente John F. Kennedy. Sin embargo, hoy están divorciados.
Schwarzenegger también ha estado de moda por el reciente estreno de la serie documental Arnold, de Netflix, en el que cuenta su vida.