Muchas personas piensan que la vida de un actor de la industria del cine porno es una vida plena y feliz porque constantemente tiene relaciones sexuales, sin embargo, detrás de esto hay muchos complejos y situaciones que no se ven ante la cámara, como la depresión, la ansiedad e incluso trastornos y enfermedades físicas que pueden sufrir estas personas al practicarlo frecuentemente, no como un acto de disfrute y placer sino como algo mecánico.
Sobre esto, diferentes estrellas de la industria han hablado, muchos consideran que este es el éxtasis de la vida y que esto les va a llenar en el corazón sin pensar en las consecuencias o las posibles enfermedades que se puedan adquirir.
Recientemente, el reconocido actor porno, Nacho Vidal, estuvo en entrevista con Jordi Évole en su programa Lo de Évole, desde la clínica en la que está, luego de sufrir varios episodios de depresión y ansiedad. “Cuando empiezas a madurar es cuando sabes pedir ayuda”, afirmó.
“Yo no tengo ninguna dependencia de drogas. Mi fin de semana era comprarme un gramo, 8 latas de cerveza y masturbarme 8, 10, 12 horas. Solo”, indicó, haciendo alusión a que el placer sexual, no lo es todo en la vida. “Deprimido, no quería ver a nadie, no quería hacer nada”, agregó.
Sin embargo, no desconoce la cantidad de dinero que mueve esta industria: “He ganado muchísimo más dinero del que yo me podía esperar cuando trabajaba de portero o de pizzero y me lo reventé a lo grande”.
Jordi le pregunta si es la primera vez que ingresa a una clínica y él asegura que así es y que nunca antes había estado internado.
Asimismo, Vidal habló de cómo es estar en la industria del cine para adultos: “Yo no le recomiendo a nadie que se dedique al porno”. ¿Por qué?, cuestionó Évole, ante lo que él contestó, con un deje de lamento: “Porque te van a ver toda tu pu** vida en internet. Yo he sido más años Nacho Vidal que Ignacio Vidal”.
“Yo soy un pringao (ingenuo) y me han metido ahí... porque me han metido ahí. Y en todo he sido un pringao. Yo he sido una buena persona. No soy un hijo de pu**. No me merezco ese final. Yo he vivido demasiado como para terminar solo en la oscuridad”, manifestó.
De igual manera, se refirió a la muerte del fotógrafo José Luis Abad, que ocurrió en su casa y mantiene que él no lo mató. “A todo el mundo le ha importado que yo fuera un asesino, ¿por qué? Porque no eres un ser humano. Te ven como un personaje”, sentenció.
Y rememoró los últimos momentos. Llama a la policía. Dejo este teléfono y llama a la policía. [...] Y yo: ‘No te mueres cabrón, te vas a morir ‘. Y ahí dije ‘bueno, Nacho, ahora vas a ver [...] toma responsabilidad’”.
El actor también expresó que hubo un tiempo en el que “tomó conciencia”, como él mismo dijo, porque los jóvenes le estaban cuestionando, que ellos imitaban sus comportamientos -en las escenas- con sus respectivas novias, en la vida real y que a ellas no les estaba gustando, no lo estaban disfrutando.
Él entonces aseguró que tomó conciencia y dejó de hacerlo. Empezó a utilizar preservativo, ya no las agarraba del cuello (a las actrices), no les jalaba el cabello y lanzó contundentes palabras: “Esto es cine, es ficción, no es real”.