Natalia Ponce de León es una figura ampliamente reconocida en Colombia, tras haber enfrentado un evento devastador que transformó su vida por completo. Hace varios años, fue víctima de un brutal ataque con ácido, un hecho que conmocionó a millones de personas y marcó un punto de inflexión en la lucha contra la violencia de género en el país.
Originaria de Bogotá, la activista se convirtió en un símbolo de la resistencia frente a la violencia de género, compartiendo su historia en distintos espacios. Con el tiempo, logró sobrellevar este doloroso episodio y asumió un papel de liderazgo, impulsando iniciativas para combatir este tipo de agresiones.
Sin embargo, recientemente, Natalia Ponce de León fue foco de reacciones en las plataformas digitales, debido a una entrevista que concedió a Juan Pablo Raba para el formato Los hombres sí lloran. La colombiana abrió su corazón y navegó en su historia, llegando a hablar sobre el sujeto que le cambió la vida.
La activista comentó un poco sobre la salud mental, los problemas que desencadenaban las huellas del pasado y las afecciones que dejaban las etapas de la vida. Allí fue cuando aseguró que pudo hacer un proceso de sanación y entender qué había detrás de ese comportamiento contra las mujeres.
“El victimario tiene problemas mentales, y no es que haya nacido con estos temas de salud mental, porque es que no nacemos malos. La sociedad también, ausencias y líos de infancia afectan. En el caso, digamos, particularmente mío de Jonathan Vega, pude sanar mi corazón entendiendo quién era él, o sea, por qué tiene tanta rabia con las mujeres, por qué me atacó”, comentó al inicio.
“Tuvo una infancia muy dura, abandono de su mamá, mucha droga desde muy pelado… hicieron que se convirtiera en una persona con todos estos vacíos y a llevarlo a una cárcel. Todos esos son problemas mentales que nunca se trató, estuvo internado en clínicas y nunca hubo un seguimiento”, agregó.
Natalia Ponce de León apuntó en el formato que se conoció con su agresor en una fiesta, recibiendo un consejo por parte de su expareja, quien le dijo que Jonathan Vega era de cuidado. A pesar de que ella se alejó, sin saber quién era aquel hombre, terminó confundida por la obsesión que se generó de parte de él.
“Vine a saber la historia de Jonathan con el libro que escribió Martha Zoto, El renacimiento de Natalia Ponce de León. Le pedí a Martha que incluyera un capítulo sobre Jhonatan: ‘¿Quién es Jhonatan Vega? ¿Qué le pasó en la cabeza? ¿Por qué se obsesionó tanto conmigo?’”, dijo a Juan Pablo Raba.
La activista indicó que había detalles particulares sobre el pasado de su atacante, pues fue abandonado y vivió un círculo negativo en su aspecto emocional. A pesar de que todo venía de infancia y adolescencia, no se trató la salud mental y se habría convertido en un tema que se salió de control.
“Ahí fue cuando conocí un poco de la historia… que su mamá lo abandonó cuando tenía ocho años, vivía con la abuela ahí en El Batán, abajo de la casa de mi mamá; que su papá se murió, que tiene un hermano que vive en Argentina y lo odia completamente. Fue entonces cuando comencé a entender un poco más sobre él. Hay una gran diferencia entre estar loco y ser una persona malintencionada. Jhonatan tiene su propia historia de locura y nunca se la trataron”, afirmó.