Durante los años cincuenta y sesenta, Natalie Wood fue una de las estrellas que más brilló en el firmamento de Hollywood. Hija de inmigrantes rusos, llena de talento y con una belleza sin igual, protagonizó clásicos como West Side Story (1961) y Rebelde sin causa (1955), y logró tres nominaciones a los premios Óscar.  Como sucede con frecuencia, también vivió un tórrido romance con el actor Robert Wagner, uno de los galanes de la época. Su relación fue la comidilla de los medios, pues estuvieron casados unos años hasta que se separaron por las infidelidades de él. Pero luego de otros matrimonios, y de varios hijos, ambos se volvieron a juntar en los años setenta.  Su historia, sin embargo, terminó trágicamente la noche del 28 de noviembre de 1981, el fin de semana de Acción de Gracias, cuando ambos paseaban en su yate por la costa de California junto con el también actor Christopher Walken. Luego de que ella desapareciera misteriosamente esa noche, las autoridades encontraron su cuerpo flotando cerca de la isla de Santa Catalina la mañana siguiente. 

En medio del shock mundial y del luto general en Hollywood, las autoridades calificaron los hechos como un accidente. Dijeron que la actriz, bastante borracha y drogada, había intentado llegar en el bote salvavidas hasta un hotel en tierra firme luego de discutir con su esposo, pero que su bata de dormir era tan pesada que la terminó arrastrando al agua.

Por años, nadie cuestionó esa resolución por respeto a Wagner y sus dos hijas, aunque algunos hicieron notar en voz baja que era extraño que Natalie hubiera intentado navegar sola, dado que siempre le había tenido pavor al agua, por algunos accidentes en su niñez y por una adivina que le había dicho que algún día iba a morir ahogada. Las cosas cambiaron en 2001, cuando Devis Davern, el capitán del yate, dio una nueva versión: dijo que ese día los tres actores habían tomado demasiado, y que Natalie se le había insinuado a Walken. Wagner, enfurecido, rompió una botella y se peleó fuertemente con ella, y ambos se lanzaron cosas. 

Davern también cuenta que oyó como alguien desamarraba el bote salvavidas, luego varios ruidos, y afirma que Wagner volvió sudoroso y nervioso. Después, cuando él le hizo notar la ausencia de Natalie, el actor le restó importancia y dijo que ya aparecería.  Con esa declaración, sumada a un libro que recogía los testimonios de personas de embarcaciones cercanas que escucharon una fuerte discusión esa noche, las autoridades reabrieron el caso.

Natalie Wood era una de las actrices más reconocidas del mundo en el momento de su muerte. Wagner, uno de los galanes de décadas pasadas.   Pero en 2012 volvieron a declararlo un accidente por falta de pruebas. Aun así, desde esa época muchos dudan de Wagner, hoy de 90 años, quien ha permanecido callado y alejado de los medios.

Su silencio, sin embargo, acabará este año. Y todo porque HBO está por estrenar Natalie Wood: What Remains Behind, un documental sobre la vida de la actriz supervisado por su propia hija Natasha Gregson Wagner. La idea es que hacer un filme que se enfoque en la gran carrera de la actriz, pues muchos creen que esta ha sido eclipsada por las circunstancias de su muerte. Pero la cadena ya confirmó que el propio Wagner aparecerá en el documental y que hablará sobre la trágica noche de noviembre de 1981.  Nadie espera que acepte la autoría de un crimen, pero hay mucha expectativa sobre lo que pueda decir. Al fin y al cabo, el caso de Natalie Wood es uno de los enigmas sin resolver más llamativos de la historia de Hollywood.