El mundo del entretenimiento está de luto luego de que el domingo 12 de diciembre familiares de Vicente Fernández informaran que, tras varios meses de luchar por su recuperación, Chente falleció a los 81 años de edad.

Su vida y su música marcaron un hito en la historia no solo de México sino del arte a nivel mundial, ya que influyó en la carrera de cientos de artistas alrededor del planeta.

Ahora, a pesar de que su vida se apagó, sus seguidores podrán recordar y recorrer lo mejor de su vida gracias a la serie que están produciendo Caracol Televisión y Netflix.

Se trata de una producción que se viene negociando desde hace cerca de dos años entre el equipo de trabajo del Chente y el grupo de escritores de Caracol Televisión, que contará la historia de su vida y el legado que dejó para el mundo musical.

La producción cuenta con 36 capítulos filmados entre México y Estados Unidos y con un elenco mayoritariamente mexicano.

La historia contará la vida del artista desde que era un niño en Jalisco con muchas de las necesidades por las que tuvo que pasar con su familia, hasta el camino para convertirse en un referente clave de la música mexicana, según informó El Colombiano.

Hace algunos meses, el presidente de Caracol Televisión, Gonzalo Córdoba, habló del proyecto y afirmó que, de la mano de Netflix, buscarían producir no solo esta sino muchas otras series.

La historia de la carrera del rey de la ranchera

El rey de la ranchera, Chente, como se le decía popularmente, inició su carrera como lo han hecho muchos artistas: con poco presupuesto. Por lo menos así contó en algunas entrevistas a medios internacionales.

Dijo que cuando visitó por primera vez Estados Unidos solamente contaba con cien pesos mexicanos. “Lo importante no fue haber comenzado tan pronto, sino aprovechar muy bien la oportunidad porque esta es una carrera muy hermosa para quien sabe respetarla”, declaró Vicente Fernández en El Universal en una entrevista en 2006.

En uno de los conciertos que hizo sobre su retiro y que fue gratis al público, Vicente Fernández dijo que “hay una cosa que no se compra ni con todo el oro del mundo y eso ustedes siempre me lo han regalado sin que tenga que ponerles una pistola en la cabeza: su presencia, su cariño, su respeto y sus aplausos”.

El rey de la ranchera nació el 17 de febrero de 1940 en el pueblo de Huentitán El Alto, en el estado de Jalisco. Sobre su infancia se sabe que pasó la mayor parte de su niñez en el rancho de su padre, Ramón Fernández, en las afueras de Guadalajara. “No puedo superarlo. Todavía no lo consigo. Sigo siendo el niño al que de vez en cuando se le sale una lágrima porque no puede evitar el recuerdo de su querida madre”, señaló Fernández.

Además, indicó que “tengo 37 años en mi compañía de discos, duré 20 años en mi compañía cinematográfica y 42 con una sola esposa. No te estoy diciendo que soy un santo porque sabes bien la cola que traigo y que me arrastra, pero pienso que se puede hacer todo con discreción, sin lastimar a terceras personas”.

Sobre su fortuna, según el sitio web Celebrity Net Worth, se estimada en 25 millones de dólares. Entre los activos de Vicente Fernández aparecen sus trajes de charro, que rondan los 17.000 dólares estadounidenses, su negocio de cría de caballos miniatura en el rancho y su tequila que se vende como edición limitada a cien dólares cada botella.

La familia Fernández posee varios aviones privados que alquila a otros artistas para viajes particulares. De acuerdo con la revista de entretenimiento TVyNovelas, la hora de vuelo puede valer hasta 3.600 dólares.

“Soy un hombre precavido. Todo lo que tengo es de mis hijos y de mis nietos, y dejé una partecita para mi mujer y para mí, para que yo no tenga que pedirles cuando me falte. Si mi mujer se va primero, con ese dinero yo no voy a tener que pedirle nada a nadie. Soy un hombre que piensa ahorita y en el futuro”, aseguró el rey de las rancheras en entrevista con TVyNovelas en 2012.

Cuando llegó a Estados Unidos por primera vez lo hizo con una una caravana artística que llegó a Los Ángeles. Para esa época solamente contaba con cien pesos mexicanos. “Andaba yo de baboso viendo las estrellas del Paseo de Hollywood. También veía las camisas de los aparadores, pero pues llevaba cien pesos mexicanos y las camisas, cualquiera, valían 30 dólares, ¡que era un mundo de dinero!”, declaro Fernández.