La Navidad también llegó a las plataformas de streaming con estrenos bastante esperados por sus usuarios. Por un lado, Disney+ agregó a su catálogo Encanto, la cinta que resalta la cultura colombiana a través de las aventuras de Maribel y la familia Madrigal. Por su parte, Netflix estrenó No miren arriba o Don’t Look Up, en su idioma original, una película dirigida por Adam McKay que ha sido tendencia durante los últimos días en redes sociales.

Sinopsis:

Dos astrónomos mediocres descubren que, en pocos meses, un meteorito destruirá el planeta Tierra. A partir de ese momento, intentan advertir a la humanidad del peligro que se avecina a través de los medios de comunicación.

Es a partir de esta premisa que se desencadenan los hechos que componen la película, cuya duración alcanza las dos horas y 18 minutos. Además, reúne un reparto excepcional: Leonardo DiCaprio, como el Dr. Randall Mindy; Jennifer Lawrence, como la astrónoma Kate Dibiasky; Meryl Streep, como Janie Orlean (presidenta de Estados Unidos); Jonah Hill, quien interpreta a Jason Orlean (hijo de la presidenta); Timothée Chalamet, como Yule; y Ariana Grande dando vida a la cantante Riley Bina.

Es esta mezcla de estrellas lo que, en principio, llama la atención sobre lo que podría ser una película de culto -para algunos- o solo una más del montón -para otros-. Lo cierto es que su estreno en la plataforma de streaming Netflix ha sido un éxito y se ubica en la primera posición como lo más visto durante los últimos días.

La historia se centra en la joven astrónoma Kate Dibiaski, interpretada por Jennifer Lawrence, quien descubre que un cometa gigantesco viene directo a la Tierra y -de acuerdo con su pronóstico- en seis meses causaría una colisión que acabaría con la raza humana. Posteriormente, comparte su hallazgo con su profesor, el Dr. Randall Mindy (DiCaprio), dando inicio a la misión de alertar al mundo sobre su inminente destino.

Una crítica a la sociedad contemporánea

Uno de los puntos clave que examina este filme es, precisamente, la reducción de los grandes problemas y la viralización de los temas irrelevantes. En su intento por alertar al mundo sobre su fatídico destino, los astrónomos se encuentran con políticos incompetentes y corruptos, así como medios de comunicación que hacen oídos sordos a su llamado. De igual manera, hacen una crítica directa a cómo la idea de un apocalipsis o temas relevantes sobre el futuro del planeta atraen menos atención que la vida amorosa de una estrella de pop: la cantante Riley Bina, interpretada por Ariana Grande. Sin duda, un retrato que no es lejano al mundo real.

Mientras los habitantes de la Tierra siguen con su vida, el cometa también continúa su curso. Los políticos estaban más preocupados por las encuestas de opinión que por el destino del planeta, así como la vida privada de una famosa era más atractiva para los medios de comunicación que el llamado de la advertencia de los astrónomos.

Las críticas y referencias se mantienen durante la película, una pieza audiovisual que ha sido venerada por unos y crucificada por otros. De igual manera, los personajes enfrentan situaciones que cambian el rumbo de la historia, así como su propia evolución dentro de la misma.

Reacciones en redes sociales

La película ha generado todo tipo de comentarios en redes sociales. Algunas personas se refieren exclusivamente a la trama y la interpretación de los actores, mientras que otros establecen comparaciones entre la cinta y las referencias que pudo haber tomado de la vida real.

“Algunos piden mi opinión sobre Don’t Look Up. Aquí va, breve. La sátira es el mejor género para entender la (triste) realidad de sociedades complejas como las nuestras. Todo lo que vemos en esta pandemia está resumido en la película. Todo desastre empieza ignorando a un científico”, comentó un usuario.

Otros han encontrado similitudes entre la presidenta Janie Orlean, interpretada por Meryl Streep, y el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Las opiniones y referencias han sido aplicadas a la situación de diferentes países, no solamente de Estados Unidos:

“Diría que es una sátira sociopolítica de nuestra cínica sociedad, pero roza el terror por su verosimilitud. Don’t Look Up hubiese sido más divertida hace años, cuando la estupidez humana en un grado exagerado pertenecía a la ficción, pero una pandemia nos demostró lo contrario”, dice otro de los comentarios en la red social Twitter.