Henry Jemmott, un alto oficial de la policía de Belice, un pequeño país caribeño ubicado en la costa este de Centroamérica, murió luego de recibir un impacto de bala el pasado 28 de mayo, lo que ha convertido el caso en una investigación que ha sacudido a la opinión pública de la isla.
El proyectil fue presuntamente disparado por Jasmine Hartin, la esposa de un miembro de una de las familias más ricas de esa nación centroamericana. Aunque se habría tratado de un accidente, la mujer de 32 años de edad ahora enfrentará un juicio en el que podría ser acusada de homicidio negligente, según recogen medios internacionales como el Daily Mail o New York Post.
Entre tanto, la involucrada en el hecho ha confesado recientemente detalles inéditos de lo sucedido antes de la muerte del oficial Henry Jemmott, en lo que ha calificado como “una pesadilla viviente”, pues se trataba de un oficial que conocía desde hacía varios años.
La mujer asegura que estaba conversando y tomando algunas bebidas con el oficial, con quien había entablado una relación cordial desde hace varios años, en un muelle de la ciudad de San Pedro. Es decir, la mujer reconoce que simplemente se trataba de un encuentro amistoso entre ambos.
Sin embargo, durante un momento de la conversación ambos empezaron a hablar sobre armas, luego de que el oficial Jemmott le hubiera recomendado, días atrás, que comprase un arma para defenderse en caso de que alguien intentase agredirla, como había sucedido durante una discusión en una fiesta a la que Hartin asistió el 22 de mayo.
“En algún momento dijo: ‘Veamos si has mejorado tus habilidades con las armas’”, le confeso la mujer a la policía en las primeras declaraciones que dio sobre el caso. “Empezamos a hablar de armas. Me hizo descargar las balas de su arma y recargarlas, una y otra vez, para practicar para cuando finalmente obtuviera mi licencia de armas“.
“Estamos sentados en el muelle y empiezo a cargar y descargar su arma de nuevo”, agregó Jasmine Hartin, quien asegura que en un momento el oficial Jemmott tomó las balas y las colocó a su lado izquierdo, mientras ella puso el arma, con el cargador en su interior, a su costado derecho.
El momento del disparo
La mujer agrega que posteriormente intentaron sacar el cargador del arma, pero que este se atascó. ”Luché con él, tratando de sacar el cargador, cuando el arma de repente se disparó. No tenía idea de que todavía tenía una bala en la recámara”, contó la mujer en sus declaraciones ante la policía de la isla, citadas por el Daily Mail.
Hartin recuerda que vivió esa situación como una “pesadilla viviente”, mientras veía que el cuerpo de Jemmott caía sobre ella luego del disparo. “Estaba inmovilizada y él estaba sangrando por todas partes”.
“Mientras me retorcía para salir de debajo de él, para liberarme y comprobar si estaba bien, (el cuerpo) se deslizó al agua”, concluye el relato de la involucrada, quien solicitó ayuda a gritos a otros guardias de seguridad que encontró en la zona cercana al muelle.
Finalmente, se conoció que Hartin permanece bajo custodia en la famosa prisión central de Belice, mientras avanza la investigación que definirá su culpabilidad en la muerte del oficial Henry Jemmott. Las fuentes cercanas al caso confirmaron que ambos habían sido amigos durante años, desde que él ascendió de rango en la isla.