Tras las explosivas declaraciones que dieron los duques de Sussex en el programa de Oprah Winfrey, el mayor de los hijos de Lady Di y el príncipe Carlos aseguró que la familia real no tiene ninguna tendencia a la discriminación.
En sus cortas declaraciones, William aseguró: “No somos una familia racista”.
Además, afirmó que en aún no ha podido hablar con su hermano Harry con respecto a la entrevista dada por él y su esposa y que causa revuelo mundial, pero espera hacerlo pronto.
Los comentarios del duque de Cambridge se dan luego de que, durante su encuentro con la periodista estadounidense, Meghan y Harry hubiesen asegurado que hubo preocupaciones y conversaciones sobre cuán oscura podría ser la piel del primer hijo que esperaban los duques de Sussex.
De hecho, la pareja fue mucho más allá y afirmó que nunca se sintieron apoyados por la familia real y que, en ocasiones, Meghan sintió ganas de suicidarse por la depresión que esto le generaba.
Las declaraciones han causado revuelo no solo en Inglaterra sino en todo el mundo, desde partidarios de la corona que defienden a la familia real hasta sus detractores que apoyan al príncipe Harry y aseguran que hay una visión racista en el Palacio.
“Agradezcan que callé muchas cosas”
La polémica tras la entrevista no cesa y la duquesa de Sussex aseguró que dar la entrevista con Oprah es la mujer decisión que ha tomado en su vida, después de casarse con el príncipe Harry.
Un informante que es íntimo de la duquesa de Sussex le declaró a la web del Daily Mail: “Meghan dice que la institución real debe sentirse aliviada de que ella no diera nombres o entrara en más pormenores sobre lo que pasó de puertas para adentro. Ella se sostiene en su verdad y, en últimas, piensa que todos los involucrados ganan, porque ahora todo quedó expuesto y puede ser el momento de empezar a sanar”.
La fuente aseguró además que la duquesa de Sussex no se arrepiente de absolutamente nada de lo que dijo en la publicitada entrevista con Oprah, una experiencia que además califica como “catártica y transformadora”, “la mejor decisión que ha tomado en su vida, aparte de casarse con Harry”.
El programa en que la pareja mencionó desplantes racistas por parte de miembros de la familia Windsor, así como muestra de rechazo y aislamiento que hicieron contemplar a Meghan el suicidio, ha causado una onda telúrica cuyas reales consecuencias para el trono más reputado del mundo están todavía por verse.
El infidente anotó además que a Meghan la espera para poder revelar por qué ella y su esposo renunciaron a ser miembros activos de la casa real se le hizo una eternidad y que no puede estar más contenta con el resultado final del programa, visto por 22 millones de televidentes en Estados Unidos y el Reino Unido, pero la cifra se crece si se tiene en cuenta la omnipresencia de la noticia en medios de todos los continentes en los últimos días.
“Meghan dice que para preservar su bienestar, especialmente ahora que está embarazada, no se expondrá a las noticias tóxicas derivadas de la entrevista. Sigue adelante, pero está abierta a comunicarse con cualquier miembro de la familia real que quiera emprender una conversación constructiva”, aseguró también la fuente.
Así mismo, la duquesa les atribuye tanto a su madre, Doria Ragland, como a Lady Di, la suegra que nunca conoció, la fortaleza y el coraje que ella y Harry tuvieron para hablar como lo hicieron. “Para él fue especialmente retador mostrar su vulnerabilidad y por eso está muy orgullosa de él”, según la fuente del Mail.
“Con o sin título, Harry siempre será su príncipe”, dice Meghan.
Las primeras impresiones de la duquesa tras la emisión se conocen luego de que la reina Isabel II emitiera un comunicado en que expresó su tristeza y preocupación por los dichos de su nieto y su esposa.
La monarca se refirió específicamente al tema del racismo y anunció que investigará en privado qué fue lo que pasó realmente.