La sitcom Friends es una de las series más vistas en el mundo y marcó a toda una generación, por lo que millones de fanáticos vieron el capítulo del reencuentro de los seis protagonistas.

Si bien no se trató de una continuación de la serie, sino más bien una reunión de los actores que hablaron de lo que significó para ellos una década de grabaciones, la experiencia resultó muy bien recibida por todos aquellos amantes del programa.

Sin embargo, según confesó la actriz Jennifer Aniston, quien encarnó a Rachel, grabar este episodio no fue nada fácil.

En una conversación para el pódcast Literally! With Rob Lowe, dijo que resultó ser “deprimente y brutal”.

Según contó, si bien todos tenían gran expectativa por volver al set y estaban muy entusiasmados, justo al entrar al lugar todas las sensaciones cambiaron y se sintieron deprimidos.

“Creo que realmente nos deprimió mucho más de lo que esperábamos porque en tu mente piensas: ‘Oh, esto será muy divertido para viajar en el tiempo’. Pero resulta que ‘oh, es un poco difícil viajar en el tiempo’”, dijo la actriz.

Añadió que el encontrar el set tal cual lo habían dejado tantos años atrás les generó tanta nostalgia a todos que no pudieron contener las lágrimas por los recuerdos compartidos.

“Regresar allí es nostálgico de una manera que también es un poco melancólica. Ya sabes, porque muchas cosas han cambiado y todos hemos tomado caminos diferentes, fáciles y algunos no tan fáciles”, dijo Aniston.

Adicionalmente, dijo que casi todos lloraron, menos David Schwimmer, quien personificó a Ross, pero todos estaban en un mar de lágrimas.

“Fue brutal y tampoco podías apagarlo. Había cámaras en todas partes y no podía dejar de llorar. Hubo un momento en el que todos éramos un charco. Quizá David (Schwimmer) no lloró, no creo que hayamos roto a David. Pero incluso LeBlanc se rompió en un momento. Ya sabes, incluso el Señor Rudo se empañó un poco”, concluyó la actriz.

Los secretos que salieron a la luz

Que los seis actores que hicieron las delicias de la teleaudiencia por una década, entre 1994 y 2004, volvieran a coincidir en pleno bajo el mismo escenario era casi que obligado, dada la insistencia de sus fans.

Diecisiete años después de su cancelación, cuando el episodio final fue presenciado por 52,5 millones de televidentes en Estados Unidos, Friends sigue siendo la comedia de culto por excelencia, tanto para los que la vieron en sus días de gloria como entre la nueva generación, que aprendió a amarla en sus repeticiones por cable o en plataformas como Netflix, HBO Max o Prime Video. Hoy le sigue generando a Warner Bros. 1.000 millones de dólares anuales; esto representa 20 millones de dólares en regalías para Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc, Matthew Perry y David Schwimmer.

La foto del reencuentro. Matthew Perry, Matt LeBlanc, David Schwimmer, Courteney Cox, Jennifer Aniston y Lisa Kudrow se habían reunido una sola vez bajo el mismo techo desde 2004.

La reunión, que fue la gran apuesta de HBO Max en su lanzamiento, no fue difícil de concretar, entre otras razones porque sus actores siguen siendo amigos, lo que no ha pasado con otras series célebres, como Sex and the City, cuyas actrices se odian sin disimulo. Pero hacía falta quién le diera forma al proyecto, y ese fue Ben Winston, uno de los productores más poderosos de la televisión.

Winston les pidió a los actores que no se vieran antes de llegar al set para captar el genuino instante en que se reencontraran luego de mucho tiempo. “Fue realmente un bello momento. Yo nunca había visto un vínculo semejante al que une a estos seis”, le contó a The Times, de Londres.

En el estudio los esperaba el popular comediante James Corden, en un encuentro que mezcló técnicas narrativas del documental, el talk show y el programa de variedades. Así mismo, el espacio recreó escenas de los capítulos y sorprendió a los artistas con imágenes nunca antes vistas de sus tiempos en Friends.

Friends: The Reunion, que contó con invitados como Lady Gaga, David Beckham y Malala Yousafzai, mostró lo desiguales que han sido sus destinos desde la despedida de la serie. Aniston, por un lado, se volvió la reina de las comedias románticas. El año pasado fue la quinta actriz mejor pagada del mundo, con ingresos por 28 millones de dólares anuales y una fortuna de 200 millones de dólares, según Forbes. La sigue persiguiendo la sombra del descalabro de su matrimonio con Brad Pitt a causa de Angelina Jolie, pero parece feliz.