Apareció 14 veces en la portada de Playboy, interpretó a una salvavidas de cuerpo voluptuoso y varios de sus videos sexuales salieron a la luz pública, pero hoy las palabras de Pamela Anderson parecen de alguien con un recorrido distinto. Junto al rabino Shmuley Boteach, la canadiense escribió una columna en The Wall Street Journal contra la pornografía, en la que ambos anotan los efectos corrosivos de esta en la vida familiar de las personas y la llaman una actividad “para perdedores”. Varias estrellas del mundo del entretenimiento adulto anotaron que Pamela y el rabino se enfocan solo en el consumo pornográfico de los hombres, ignorando que las mujeres también la ven. La actriz Jessica Drake añadió que lo que los niños necesitan, más que escarmiento, es “recibir una educación sexual libre de prejuicios y de culpa”, mientras que la directora Erika Lust añadió: “El porno puede ayudar o lastimar relaciones, dependiendo de la naturaleza de la película. Puede ser una parte saludable de la exploración de hombres y mujeres mientras desarrollan su sexualidad”.