Paris Hilton testificó este miércoles ante un comité del Congreso de Estados Unidos que busca fortalecer las protecciones de bienestar infantil y que escuchó el “trato inhumano” que sufrió la empresaria, cantante e influenciadora en un internado durante su adolescencia en ese país.
Hilton aprovechó su presencia en la Cámara de Representantes para exigir que se modernicen los programas de bienestar infantil para evitar que otros jóvenes vivan esa dolorosa experiencia.
Durante su participación en este espacio, Hilton recordó con dolor que durante su paso por el internado fue “alimentada a la fuerza con medicamentos y abusada sexualmente por el personal” mientras estuvo institucionalizada cuando no tenía más de 15 años.
Hilton, abierta defensora de una mejor protección de los niños en centros juveniles, aseguró este mismo miércoles, 26 de junio, al comité de medios y arbitrios de la Cámara de Representantes que había sido “violentamente sujetada y arrastrada por los pasillos, desnudada y, varias veces, arrojada a un duro confinamiento solitario”.
La modelo de 43 años describió anteriormente cómo fue sometida a “un secuestro aprobado por sus padres " en cuatro instalaciones juveniles diferentes mientras sus padres buscaban soluciones a su comportamiento rebelde y “cayeron en el marketing engañoso de la problemática industria adolescente”. Este episodio se su vida lo había relatado ampliamente en su autobiografía Paris: The Memoir.
Según Hilton, busca convertirse en “la voz de aquellos que no pueden hablar”, y detalló algunos de los supuestos abusos que sufrió en la primera de las cuatro residencias de corrección de conducta en las que estuvo siendo joven.
Y caracterizó el negocio de la corrección de cursos para adolescentes del “amor duro” como una industria de 50 mil millones de dólares, que incluye internados terapéuticos, campos de entrenamiento de estilo militar, instalaciones de justicia juvenil y hasta programas de modificación de conducta.
El miércoles, la estrella de reality shows dijo que encontró su experiencia institucional “aisladora y traumática” y que le habían impedido alertar a sus padres sobre lo que estaba sucediendo porque las llamadas telefónicas estaban monitoreadas.
“Es realmente difícil decírselo a alguien en el mundo exterior. A muchos de estos niños no se les cree porque estos lugares les dicen a los padres que les están mintiendo y manipulando porque quieren volver a casa”, dijo Hilton al panel.
También ha pedido a los legisladores que aprueben la ley Stop Institutional Child Abuse, diseñada para fortalecer la supervisión de los programas residenciales para jóvenes; apoya la reautorización del título IV-B de la ley de seguridad social ; y es una defensora de una ‘Declaración de Derechos’ para los niños en los centros juveniles.
La escuela Provo Canyon, una de las instituciones a las que asistió Hilton, respondió previamente a las acusaciones de Hilton argumentando que se encontraba bajo una administración diferente y que “por lo tanto no puede comentar sobre las operaciones o la experiencia de los estudiantes antes de ese momento”.
“Lo que podemos decir es que la escuela proporciona un entorno estructurado, enseña habilidades para la vida, brinda terapia de salud conductual y educación continua para los jóvenes que acuden a nosotros con necesidades emocionales, conductuales y psiquiátricas complejas y preexistentes”, sostuvo la escuela a través de un portavoz.
En cada una de las audiencias, Hilton enfatizó en que “estos programas prometían curación, crecimiento y apoyo a los jóvenes. Pero, en cambio, no me permitieron hablar, moverme libremente o incluso mirar por una ventana durante dos años”, y dijo que sus padres habían sido “completamente engañados” acerca de el tratamiento terapéutico que estaba recibiendo.