En busca de agigantar su ego como expertos del buen gusto, los franceses inauguran los Juegos Olímpicos de París este viernes, 26 de julio, con una fastuosa e inédita ceremonia en la que más de 6.000 deportistas desfilan sobre las aguas del río Sena, en un recorrido por los lugares más emblemáticos de esta ciudad.
El comité organizador guarda bajo estricta reserva los detalles del evento, el primero fuera de un estadio y que promete ser el mejor de la historia olímpica. Nada parece librado al azar, salvo por dos asteriscos: la seguridad y el clima.
Una serie de ataques vandálicos en la red francesa de trenes de alta velocidad, que afectaron el traslado de un cuarto de millón de pasajeros en las primeras horas del viernes, puso en máxima alerta a las autoridades francesas, quienes buscan determinar si tienen alguna relación con los Juegos.
Los reportes oficiales indicaron que se produjeron varios incendios y se habían encontrado dispositivos incendiarios cerca de las vías de las líneas de alta velocidad Atlántica, Norte y Este, que conectan París con el resto de Francia y países vecinos.
París, que ha sufrido sangrientos atentados en este siglo, afronta un reto mayor de seguridad debido a la tensión internacional por la guerra de Rusia en Ucrania y el conflicto en Gaza entre Israel y Hamás. También hay alerta por eventuales protestas en medio de un agitado clima político tras las elecciones legislativas de principios de julio.
Unos 45.000 agentes de policías y 10.000 soldados fueron desplegados para garantizar la seguridad de una concurrencia multitudinaria —unos 300.000 espectadores, además de los mandatarios extranjeros invitados— en las márgenes del Sena y puntos aledaños.
Aviones caza, drones de vigilancia y helicópteros con francotiradores eran los únicos autorizados a sobrevolar el cielo de la capital francesa durante la jornada.
En lo que respecta al clima, París amaneció nublada y antes del mediodía cayó una tenue lluvia. El servicio meteorológico local alertó que podrían repetirse las precipitaciones durante la apertura de los Juegos. La fiesta no se cancelará si así fuera.
La diversidad de Francia y su lema nacional ‘Libertad, Igualdad, Fraternidad’ será el eje temático de la fiesta inaugural diseñada por el laureado director de teatro francés Thomas Jolly, con 3.500 artistas en escena.
A contramano de las inauguraciones que la precedieron, unos 6.000 atletas desfilan a bordo de casi un centenar de embarcaciones en un recorrido de seis kilómetros sobre el río Sena, en el inicio de la ceremonia, a las 19:30 hora local y no al final como ha sido tradición.
El punto de partida fue el puente Austerlitz, a un costado del Jardín de las Plantas, y continuó a lo largo del Sena de este a oeste de la ciudad, pasando por varias sedes olímpicas como el Parque Urbano de La Concordia (baloncesto 3X3, breaking, BMX estilo libre, skate), Los Inválidos (tiro con arco, la meta de maratón, ciclismo de ruta e inicio de la contrarreloj) y el Gran Palacio de París (esgrima y taekwondo).
En otra distinción con los Juegos anteriores, París no construyó un parque olímpico en una zona alejada, sino que cada símbolo de la ciudad fue puesto a disposición del evento deportivo.
El desfile continuó rumbo al Puente de Jena, el cual une la Torre Eiffel (voleibol de playa), en la ribera izquierda del Sena, con el barrio del Trocadero, a la derecha. La parte final del desfile es en la Plaza del Trocadero, donde quedó montado el Parque de los Campeones, otra novedosa creación de París 2024. A partir del lunes, por allí desfilarán los ganadores de medallas el día posterior a su consagración.
¿Quién encendió el pebetero? El legendario futbolista Zinedine Zidane, campeón del Mundo en 1998, y otros héroes del deporte francés. También corría la versión de que podrían recibir el honor los sobrevivientes de los atentados del grupo Estado Islámico que dejaron 130 muertos el 13 de noviembre de 2015.
El presidente anfitrión, Emmanuel Macron, estuvo acompañado en la ceremonia por varios mandatarios extranjeros, desde Isaac Herz de Israel; Sergio Mattarella, de Italia, y el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz. En tanto que la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, representará a su esposo Joe Biden.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su contraparte en el conflicto con Ucrania, Volodímir Zelenski, no viajaron a París, como tampoco lo hizo el líder chino, Xi Jinping.
De Latinoamérica, confirmaron su asistencia los presidentes de Argentina, Javier Milei, y de Colombia, Gustavo Petro.
*Con información de AP.