Desde que Netflix publicó este jueves los tres últimos episodios de la docuserie sobre Los Sussex, Harry y Meghan, no cesan las reacciones en todo el mundo sobre las reveladoras y explosivas declaraciones del menor de los hijos del rey Carlos III sobre cómo cambió su vida desde que hizo oficial su relación con la actriz Meghan Markle.

El príncipe Harry habla sobre una tensa reunión que tuvo lugar en 2020, en Sandringham, donde los miembros de la monarquía en pleno se reunieron para discutir los roles reales de Meghan y él en la monarquía británica.

Para ese momento, la pareja gozaba de gran popularidad, la cual se veía reflejada en los viajes reales que hicieron a países como Australia, en donde ríos de gente se agolpaban en las calles para saludarlos.

Una situación que, al parecer, molestó al príncipe William, su hermano mayor y heredero a la corona, y a la familia real, pues los príncipes de Gales no estaban recibiendo la misma atención ni del pueblo ni de la prensa mundial.

“Fue aterrador que mi hermano me gritara y gritara”, cuenta Harry, visiblemente consternado en el quinto episodio.

Harry dijo que inicialmente pidió un acuerdo de “mitad adentro, mitad afuera”, donde él y su esposa tendrían sus propios trabajos, pero seguirían trabajando para apoyar a la reina. “Pero quedó muy claro muy rápidamente que ese objetivo no estaba sujeto a discusión o debate”, sostuvo.

“Fue aterrador que mi hermano me gritara y me gritara, y que mi padre dijera cosas que simplemente no eran ciertas, y que mi abuela se sentara allí en silencio y lo asimilara todo”, se lamentó Harry.

“Pero hay que entender que desde la perspectiva de la familia, sobre todo de ella (la fallecida reina), hay formas de hacer las cosas. Y su misión y meta final, su responsabilidad, es la institución... seguirá los consejos que le den”, dijo Harry.

También recuerda una ocasión en la que se le impidió ver a la reina. Un gesto que Harry interpreta como la demostración de que la suya es “una familia y un negocio familiar que están en conflicto directo”.

En otro momento de la docuserie, Meghan Markle recuerda el día en que le dijeron que el establecimiento real inicialmente la vio como un “organismo extranjero”.

Ella agrega: “Hice todo lo que pude para que se sintieran orgullosos y para que realmente fueran parte de la familia”.

Pero afirma que finalmente fue “alimentada por los lobos” de los medios sensacionalistas.

Su madre, Doria Ragland, se quiebra en otro conmovedor momento del documental y confiesa que fue tanta la presión que sintió su hija que, en alguna oportunidad, quiso quitarse la vida para escapar de los “buitres”.

Frente a las explosivas declaraciones que aparecen en la docuserie de Netflix, ni el príncipe ni la princesa de Gales, ni el rey Carlos, ni el palacio de Buckingham han respondido hasta ahora a ningún reclamo hecho en la serie.

“Nunca lo veré”: príncipe William

Por su parte, el príncipe William confesó a su círculo más cercano que “nunca” verá el documental de Netflix producido por Los Sussex. Y les confesó a sus amigos más próximos que no “alimentarán el conflicto” haciendo comentarios públicos sobre esta producción.

Según el periódico Daily Mail, el príncipe de Gales está más centrado en “mirar hacia el futuro” y “seguir adelante con el trabajo”, en lugar de participar en una batalla de “ojo por ojo” con el duque y la duquesa de Sussex. Un amigo del príncipe William le dijo al Sunday Times: “Él dice que nunca lo verá y sé que definitivamente no lo hará”.

Sería la misma postura del rey Carlos III y la reina consorte Camilla, quienes tampoco estarían interesados en comentar la versión entregada por el hijo menor del monarca y su esposa. No obstante, señaló que la familia real está al tanto de los comentarios de los duques en el programa, que es todo un éxito en Netflix.

Sin embargo, personas allegadas a Harry esperaban que su hermano y su padre, el rey Carlos, vieran la serie documental para tener una mejor idea de lo que él y Meghan tuvieron que pasar.