Pocas personas fueron tan poderosas en Estados Unidos como Roger Ailes en los años noventa y dos mil. Al frente de Fox News, la cadena de tinte conservador que él mismo ayudó a construir, no solo consolidó el canal de noticias más visto de Estados Unidos por encima de otros como CNN y NBC, sino que se inventó una forma perversa de hacer periodismo que hoy muchos consideran culpable del auge de las llamadas ‘fake news’: la de poner las creencias y las pasiones a la hora de informar por encima de los datos certeros y la verdad. Así, no solo logró convertir un noticiero de derecha en uno de los más influyentes del mundo, sino que ayudó a impulsar el triunfo de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.
Para el 2016, el momento de esa elección, Ailes era el hombre más poderoso en el mundo de los medios de comunicación y tenía de su lado a empresarios, políticos, activistas y a millones de ciudadanos que creían ciegamente en lo que su canal decía. Pero su trono, que parecía imbatible, se vino para abajo en un abrir y cerrar de ojos gracias a dos periodistas que destaparon su tendencia a abusar y acosar sexualmente a las mujeres que trabajan con él y su manía de chantajearlas con sexo a cambio de ascensos, mejores posiciones laborales y espacios en el prime time del canal.
La historia de cómo varias de esas mujeres se unieron y propiciaron su caída, en un episodio que sorprendió a muchos y que influyó directamente el nacimiento del movimiento #MeToo, ha sido adaptada a series y películas que se pueden ver por estos días en Colombia. La plataforma de streaming Amazon Prime, por ejemplo, tiene disponible The Loudest Voice, una miniserie en la que Russell Crowe hace de Ailes, y a mediados de este mes llegará a las salas de cine El escándalo, una película protagonizada por Nicole Kidman, Charlize Theron y Margot Robbie, enfocada en las periodistas que alzaron la voz. La historia de Roger Ailes Lo cierto es que la historia de Ailes reúne todos los elementos de un buen thriller: poder, dinero y sexo. Comenzó en el mundo de los medios desde muy abajo, como suele suceder en estos casos, pues era hijo de un jefe de fábrica en Ohio sin conexiones en el mundo de la televisión. Había quedado enamorado de la pantalla chica desde pequeño, cuando por culpa de su hemofilia tuvo que pasar largos periodos convaleciente frente al aparato, pero ese amor aumentó cuando entró a trabajar en cortos periodos de sus vacaciones en dos canales locales de Cleveland y Filadelfia y vio cómo funcionaba todo detrás de cámaras.
En 1963 lo contrataron como el encargado de la utilería en El show de Mike Douglas, un programa de entrevistas que se transmitía en todo el país, y con astucia y mucho talento comenzó a escalar posiciones hasta que llegó al cargo de productor ejecutivo, el más importante detrás de cámaras. Allí conoció al entonces candidato republicano a la presidencia: Richard M. Nixon, quien estaba invitado al programa. Se dice que ambos se pusieron a hablar tras bambalinas y que Ailes le dijo una frase que le cambió para siempre la vida: “nunca serás presidente si no entiendes la importancia de la televisión”. El gran cambio de su vida llegó en 1996, cuando el magnate de los medios Rupert Murdoch lo contactó para poner en marcha Fox News. Unos días después Nixon, quien había quedado impresionado por la conversación, lo nombró como el encargado de la estrategia de televisión de su campaña y allí Ailes comenzó a implementar sus controvertidas estrategias de comunicación: se inventaba espacios en los que el candidato supuestamente respondía las preguntas de los ciudadanos para hacerlo ver cercano, aunque el cuestionario era cuadrado con antelación, mientras por debajo de cuerda azuzaba el racismo y el clasismo de los estados del sur usando los canales locales.
Gracias a sus tácticas Nixon fue elegido presidente y él se convirtió en el estratega por excelencia de los candidatos republicanos. Su ascenso en el mundo de la política también fue meteórico y más adelante, con su ayuda, también ganaron la presidencia Ronald Reagan y George H.W. Bush.
Foto: La presentadora Megyn Kelly, una de las estrellas en ascenso de Fox News, propició la caída de Ailes cuando el caso Carlson salió a la luz. No solo contó su propia experiencia de abuso con el genio de los medios, sino que convenció a otras mujeres de hacer públicos sus casos. Pero el gran cambio de su vida llegó en 1996, cuando el controvertido magnate de los medios Rupert Murdoch lo contactó para poner en marcha Fox News, su propio canal de noticias por cable. Ailes, quien entonces ya era un genio de la comunicación, aceptó y decidió poner en práctica las ideas que había ido consolidando con el paso de los años: los medios que más éxito iban a tener, creía, eran los que tuvieran una clara ideología conservadora y los que mostraran a gente debatiendo con pasión, más que con razón, pues la parrilla estaba llena de canales con información seria y con tendencia liberal.
Sus ideas pioneras y controvertidas fueron un éxito. No solo acabó con el imperio de CNN, sino que logró a punta de opinadores vehementes convertirse en el negocio más rentable del imperio Murdoch. “La gente no quiere estar informada, quiere sentirse informada -solía decirle a sus trabajadores -. Así que tenemos que dirigir las noticias, no informar”. Una caída estrepitosa Pero en el cénit de su carrera, y cuando había logrado que un tipo como Donald Trump llegara a la presidencia del país más poderoso del planeta, encontró que su estilo de mando déspota y abusador tenía consecuencias.
La primera mujer que habló de sus abusos fue Gretchen Carlson, una ex reina de belleza de su país que fue presentadora en la cadena y quien lo denunció por supuestamente haberla despedido cuando no accedió a acostarse con él. Según la demanda, Ailes “se la comía con los ojos, hacía comentarios sobre sus piernas, le pedía que vistiera prendas que resaltaran su figura y le dijo que era sexy aunque requería mucho trabajo”. Además, en una reunión, poco antes de su despido, le dijo “Tú y yo deberíamos haber tenido una relación sexual hace mucho tiempo, te hubiera ido mucho mejor”.
Foto: El escándalo cuenta la historia de las mujeres que desenmascararon a Ailes. La protagonizan Charlize Theron (como Megyn Kelly), Nicole Kidman (como Gretchen Carlson) y Margot Robbie. Al inicio, el comunicador desestimó la demanda, lo negó todo y dijo que era una venganza por el despido de una mala empleada. Pero Lachlan y James Murdoch, los propios hijos del magnate y quienes siempre celaron a Ailes por la influencia que ejercía sobre su padre, se tomaron el asunto en serio y promovieron una investigación interna.
Las presiones de Ailes y de su gente, quienes amenazaron a varias de las mujeres con quedarse calladas, no hicieron efecto en Megyn Kelly, la nueva estrella de la cadena y quien finalmente, luego de mucho pensarlo, contó su historia: el jefe la había acosado sexualmente cuando era una joven reportera en Washington y sus abusos habían seguido a lo largo de su carrera en el canal. El escándalo se hizo público, alcanzó a convertirse en noticia mundial y con el tiempo, otras mujeres, envalentonadas por la decisión de Kelly y Carlson de alzar la voz, comenzaron a contarlo todo. Hoy muchos lo recuerdan más como un monstruo abusador que como un genio de los medios. La presión fue tan fuerte, que a Ailes no le quedó más camino que renunciar a su puesto en 2017. Desecho, sin poder y muy lejos de la cima que había alcanzado un tiempo atrás, murió un año después luego de una caída accidental en su propia casa.
Y aunque su reputación quedó destruida para siempre y hoy muchos lo recuerdan más como un monstruo abusador que como un genio de los medios, el imperio que ayudó a construir y que cambió para siempre (y para mal) la forma de hacer noticieros de televisión sigue ahí, más fuerte que nunca.