María Lucía Fernández se convirtió en uno de los grandes rostros de la televisión debido a la extensa trayectoria que construyó en los medios de comunicación como periodista y presentadora. Su talento y profesionalismo la llevaron a formar parte de los noticieros más importantes de Colombia, además de integrar otros proyectos con los que cautivó a sus seguidores.
La comunicadora descrestó desde su llegada a los medios de comunicación en 1991, precisamente cuando la televisión y la radio cautivaban la atención de millones de colombianos. Su trabajo le permitía llegar a distintos hogares con su voz y sus apariciones ante cámara, compartiendo noticias e información de interés.
María Lucía Fernández, con el pasar del tiempo, conquistó al ubicarse como uno de los rostros más famosos de Noticias Caracol, donde brilló con su estilo, su preparación y la personalidad que proyectaba en cada emisión.
Sin embargo, este camino no fue sencillo, ya que la periodista contó, recientemente, que el exceso de trabajo y responsabilidades le pasó cuenta de cobro y su cuerpo reaccionó de manera inesperada. De hecho, un profesional fue quien la puso a decidir y elegir el camino que la beneficiaba más.
En una entrevista que concedió a Vanessa de la Torre, la presentadora abrió su corazón sobre una experiencia bastante fuerte que le tocó afrontar, precisamente por tener dos trabajos y exponerse a largas jornadas laborales. De igual manera, este contexto se vio influenciado por las rutinas y situaciones que vivía con sus hijos cuando eran menores.
De acuerdo con el relato de Fernández, su realidad se vio compleja cuando integraba equipos de radio y televisión, asumía las responsabilidades de sus pequeños y luego debía cumplir los horarios de los formatos en los que participaba.
“Me encanta la radio, sí, pero hice un tiempo radio y televisión, hasta que un médico, un día que no me pude levantar a las 4 de la mañana que tenía que salir corriendo, me dijo: ‘Usted decide, ¿radio o televisión?’, pero las dos cosas al tiempo, más niños, colegio, casa, con horarios tan cruzados. En la mañana tenía el horario con Darío Arizmendi, pero en esa época, los presentadores de televisión de las 7 de la noche tenían noticiero en televisión y a las 11 de la noche también”, comentó en el espacio con su colega.
“Ahí solo eran tres horas de sueño y comenzó el drama que conocemos, que se llama insomnio”, apuntó.
Cuando se le preguntó si ya estaba recuperándose, María Lucía afirmó que era un proceso lento, ya que la edad influía mucho y era complicado recuperar el descanso necesario.
“Poco a poco, Vanessa, yo creo que con la edad se tiene cosas buenas y otras que van en reversa. Yo creo que el sueño, que es un estado de recuperación, se va cortando un poquito. Los que tenemos mucho trabajo, fue muy difícil volverlo a recuperar. Estoy durmiendo mucho mejor, pero no las horas que quisiera”, señaló, precisamente, después de recordar cómo era su rutina cuando compartían set.
“Estoy durmiendo cinco horas, bien dormidas, profunda”, contó, a lo que agregó: “Muy difícil, se compensa con otras cosas, pero sí se necesita dormir las siete horas”.