Cualquier movimiento que Gerard Piqué hace es registrado y reportado como si se tratara de un gran acontecimiento y todo por cuenta del nefasto desenlace que tuvo su relación con Shakira, una ruptura que fue noticia mundial durante todo 2022. Y una situación que, gracias a los últimos lanzamientos musicales de la barranquillera, sigue siendo un tema de controversia que entretiene e interesa a millones alrededor del planeta.
Por eso, es común ver cámaras captando todo lo que hace el exfutbolista, quien dejó millones de titulares tras su aparición en el último partido de la Kings League.
Se trata del torneo que él realizó junto a sus amigos streamers, dándole a la industria del fútbol un evento más para cautivar a los hinchas no solo del deporte físico, sino también a los que lo disfrutan a través de los videojuegos.
El caso es que Piqué trata de estar en la mayoría de juegos de esta nueva liga y en el último estuvo junto a sus hijos, Milan y Sasha, y su nueva novia Clara Chía, a quien cada vez la ven más cerca de los pequeños, quienes siempre se muestran muy serios cuando están con su papá y más en presencia de la española, que se dice no la quieren ni poquito por ser quien destruyó la familia que tenían con Shakira.
Al principio del encuentro, Piqué se mostró muy feliz con las barras que cantaban los hinchas en las tribunas y él mismo se paró a saltar con ellos. Sin embargo, Milan y Sasha parecían no sentir la misma emoción que su padre y solamente se limitaban a soportar el vaivén del piso producido por los saltos del catalán.
Luego, Gerard intentó ponerles conversación a sus retoños y, en medio de su diálogo, saludó a algunos fanáticos que los llamaban desde las tribunas, pero no hubo cambios, los chiquillos de diez y ocho años seguían con la misma actitud displicente y enajenada con la que las cámaras los venía captando desde hacía ya varios minutos.
El encuentro siguió y hasta Piqué se dejó ver muy amoroso con Clara Chía, mientras los chicos, muy juiciosos, se quedaron sentados en sus asientos y cruzaban unas cuantas palabras entre ellos, siempre manteniendo una postura impecable, sin hacer rabietas ni pataletas.
De un momento a otro, Piqué se sentó de nuevo al lado de los niños. Pero, esta vez, comenzó a hablarle de una forma muy fuerte a Milan, el mayor, quien se veía que le respondía a su padre algo contundente que al final lo hizo salir de casillas. Al menos eso fue lo que interpretaron muchos tras advertir que el deportista catalán estaba manoteando y haciendo señas a su primogénito para que se diera cuenta del lugar donde estaba y lo que estaba sucediendo, todo encima del menor, Sasha, y la quietud impoluta del mayor.
Por supuesto, el clip ya le dio la vuelta al mundo en las redes sociales y los cibernautas manejan muchas teorías de por qué Piqué habría perdido los estribos y se habría despachado contra su hijo mayor, quien aparentemente le hizo saber a su padre su punto de vista.
Una usuaria de internet asegura que la razón por la cual Piqué entró en cólera fue una llamada que le habría hecho Milan a su madre, Shakira, para decirle que no estaba a gusto junto a su padre en dicho evento y que con su hermano se querían devolver a su hogar, junto a ella, información que tampoco se ha confirmado.
Este evento se suma a los tantos que ya se han mostrado en redes en los que los pequeños no se ven ni felices, ni animados junto a Piqué, quien los recoge y los deja donde Shakira cada vez que le toca su turno, todo registrado ante la prensa española.
Además de esto, en otra imagen que circula en las redes sociales, se puede ver al español regañando al Milan, nuevamente, pero esta vez desde el auto. Sin embargo, para algunos internautas, la forma en que regaña o llama la atención de sus hijos es muy similar a como lo hacía cuando él o su madre estaban con la colombiana -también en actos públicos-.
Pues en varias ocasiones se vio cómo la hacían callar, o le pedían que dejara de llamar la atención o incluso, que saludara a las cámaras cuando estaba con el entonces futbolista o su familia. Lo cual, a la barranquillera no le gustó nada, pues se notaba en su expresión fácil, el fastidio con el pedido de Piqué.