El reversazo de la revista Playboy, que la semana pasada anunció que volverá a incluir desnudos en sus páginas, trae a la mente el popular adagio ‘Zapatero a tus zapatos’. Hace solo un año, en marzo de 2016, anunció que dejaría de publicar fotos de chicas sin ropa, su marca de fábrica desde que Hugh Hefner la fundó en Chicago en 1953. El hecho generó una conmoción natural y, además, una curiosidad gigante sobre qué pasaría con la revista tras redefinirse de una forma contraria a su espíritu.Pero con el paso de los meses quedó claro que la decisión no resultó acertada, a pesar de que se fundamentó en buscar la superviviencia de la revista en tiempos distintos con percepciones distintas del público objetivo.Un elemento clave en la decisión es que los anunciantes llegaron a la conclusión de que la antigua revista con desnudos tenía más personalidad y más carácter que el híbrido que fracasó. Ante la avalancha de la pornografía en internet, los desnudos de las revistas son considerados hoy por la gente joven zanahorios e inofensivos.Así, las palabras de Scott Flanders, quien justificó el cambio de 2016 precisamente por internet, quedaron desvirtuadas.El joven heredero del emporio devaluado, Cooper Hefner, de 25 años, se encargó de hacer el rimbombante anuncio. De ese modo, el cuarto hijo de Hugh Hefner se ratificó como el timonel de las conejitas con el cargo oficial de Chief Creative Officer. Esa decisión del viejo Hef puede salvar su revista, pues en la era de los millennials bien vale apostar por alguien que les mida el pulso.También le puede interesar: La Mansión Playboy está en ventaPrecisamente por eso, Cooper se encargó de aclarar que si bien vuelven los desnudos, Playboy no será la misma de antes. Según el joven Hefner, “soy el primero en admitir que la forma en la que la revista usaba el desnudo estaba mandada a recoger, pero dejarlo atrás completamente fue un error. La desnudez nunca fue el problema porque no es un problema. Hoy estamos retomando nuestra identidad de vuelta y proclamando lo que somos”.La identidad está de vuelta, pero con cambios estratégicos. En la edición marzo-abril 2017, que marca el regreso de los desnudos, la característica frase de la Playboy antigua Entertainment for Men (Entretenimiento para hombres) ha dado paso a Entertainment for All (Entretenimiento para todos). Al respecto, Hefner Jr. le dijo al diario web The Huffington Post que “‘Playboy’ siempre será una marca enfocada en los intereses de los hombres, pero si los roles de género evolucionan en esta sociedad, también lo haremos nosotros”.En ese orden de ideas, Playboy también toma ventaja de las causas de estos tiempos, y se presenta como aliado de campañas nacidas en internet como Free the Nipple (liberen los pezones), que ataca a las redes sociales como Facebook e Instagram por censurar automáticamente cualquier publicación que los muestra. No es coincidencia, entonces, que el artículo principal de la edición se titule del mismo modo. Lo escribió la joven y bella actriz británica Scarlett Byrne, la prometida de Cooper Hefner, quien se dio a conocer en la película Harry Potter and the Half-Blood Prince. Como era de esperarse, anunció su ensayo con una sugestiva foto suya en su cuenta de Instagram.En el papel, el discurso de cambio solo puede ser benéfico. Una revista Playboy más en contacto con las nuevas generaciones. Sin embargo, algunas voces han tildado de oportunista la actitud de Playboy. En una nota publicada en el portal Slate.com, la periodista Christina Cauterucci sentencia que el público no se debe dejar engañar de la faceta humanista de Playboy, pues “los movimientos que impulsan la aceptación social de la desnudez lo hacen usualmente desde una postura positiva, asegurando que todos los cuerpos tienen un derecho igual a exponerse”. Y sostiene que, en cambio, Playboy solo busca usar el desnudo con el propósito de excitar sexualmente a sus lectores.También le puede interesar: La modelo de sus desnudos inmortalesEn medio de tantos cambios, muchos se preguntan qué pasará con la archifamosa Mansión Playboy de Bel Air, símbolo de las viejas maneras de Hollywood. Desde septiembre del año pasado la propiedad de 2.000 metros cuadrados, por cuyas piscinas, grutas y salones las conejitas se paseaban ligeras de ropa, tiene nuevo dueño aunque con un acuerdo inmobiliario muy peculiar.En efecto, el banquero de inversión Daren Metropoulos solo se podrá mudar una vez muera Hugh Hefner, de 90 años. Este accedió a vendérsela por 100 millones de dólares, la mitad de lo que pedía, con la condición de seguir viviendo allí a cambio de un arriendo de un millón de dólares al año. El escenario de incontables fiestas de famosos rompió récords en el condado de Los Ángeles. Al fin y al cabo la mansión se convirtió con los años en el símbolo del desenfreno hollywoodense de la segunda mitad del siglo XX.