El príncipe Andrés de Reino Unido llegó a un acuerdo extrajudicial en el que se acordó el pago de hasta 16 millones de dólares, luego de ser acusado por una mujer de abuso sexual cuando ella era una menor de edad en Estados Unidos. El príncipe está “acabado” y debería vivir en la “ignominia”, afirmó este miércoles 16 de febrero la prensa británica.
Los abogados de Virginia Giuffre, la estadounidense que lo acusó de haber abusado sexualmente de ella en 2001, cuando tenía 17 años, anunciaron un acuerdo financiero confidencial que permite a Andrés, de 61 años, escapar a la vergüenza de un proceso. Sin embargo, con el paso de las horas la polémica se ha nutrido por la duda sobre quién pagará la millonaria suma.
Según la prensa británica, Andrés podría haber vendido su lujoso chalet suizo por unos 18 millones de libras (24 millones de dólares, 21 millones de euros), pero tendría aún que pagar una importante deuda por esta adquisición. Así que la reina Isabel II debería contribuir de su propio bolsillo al pago del acuerdo, afirma el Daily Telegraph.
Giuffre, de 38 años, es una de las víctimas del multimillonario estadounidense Jeffrey Epstein, declarado culpable de pederastia por un tribunal de Florida, que se suicidó en una cárcel de Nueva York en 2019 mientras aguardaba otro juicio por tráfico y abuso de menores. La amistad de Andrés con este financiero provocó un escándalo que ya lo había obligado a retirarse de la vida pública.
Pero el hijo de la reina siempre negó las acusaciones de Guiffre y afirmó que se defendería. Tal vez por eso la prensa sensacionalista británica se mostró iracunda tras el acuerdo extrajudicial. “Un hombre verdaderamente decidido a limpiar su nombre de tan atroces acusaciones habría luchado con uñas y dientes”, sostiene un editorial de The Sun. “Andrés está acabado” y “debe retirarse por completo de la vida pública y vivir su retiro en la ignominia”, agrega.
Para el abogado británico Mark Stephens, especialista en cuestiones de reputación, “la mayoría de personas verá el pago de daños y perjuicios a alguien que el príncipe Andrés dice no haber conocido nunca” con extrañeza. El hijo de la reina “ha preservado en cierta medida la dignidad de la familia real (...) pero creo que no volverá” a la vida pública, dice a la AFP.
Isabel II querría cerrar un escándalo especialmente embarazoso el año en que celebra su Jubileo de Platino -70 años de reinado- con el que busca reavivar el amor de los británicos por la monarquía. Para proteger a la institución, había privado de sus honores militares a Andrés, que ya no puede utilizar su título de alteza real.
Los escándalos no paran
Las polémicas en torno a la monarquía británica no se detienen, pues recientemente la policía anunció haber abierto una investigación sobre la fundación del príncipe Carlos, hijo mayor de la monarca.
Aunque este caso no concierne personalmente al heredero al trono, de 73 años, se sospecha que su antiguo ayudante de cámara, Michael Fawcett, utilizó sus influencias para ayudar a un empresario saudita a obtener una condecoración real, que sirvió después para apoyar su petición de ciudadanía británica, a cambio de generosas donaciones. El servicio de prensa del príncipe de Gales reiteró que este “no tenía conocimiento de la supuesta oferta” de Fawcett.
Entre tanto, en el caso de Andrés, “me parece horrible que todo se haya escondido bajo la alfombra”, dijo en las calles de Londres Yasmine Ollive, una ejecutiva de cuentas de 34 años. “Nos dimos cuenta hace mucho tiempo de que la monarquía guarda esqueletos en el armario”, aseguró cerca del Palacio de Buckingham, Collin Gilbert, un turista estadounidense de 53 años.
No se divulgaron los detalles del acuerdo financiero, pero el diario Daily Mirror asegura que el príncipe desembolsará 12 millones de libras (16,3 millones de dólares o 14,3 millones de euros): diez millones para Giuffre y dos millones para la organización benéfica que ella fundó el año pasado para ayudar a las víctimas del tráfico sexual.
*Con información de la AFP.