Nadie nunca se imaginó que una novela en la que la protagonista era una mujer “fea” que finalmente se convertía en una mujer poderosa y “linda” iba a ser a convertir en un ‘boom’ mundial. Sin embargo, esto sucedió y hoy, más de 20 años después de haber sido transmitida por primera vez, sigue siendo una de las producciones más vistas en todo el globo terráqueo.
Yo soy Betty, la fea ha trascendido fronteras espaciales y temporales, pues dos décadas después de lanzada sigue estando tan vigente como cuando se dio su primer capítulo. A esta producción le hicieron una segunda parte que se llamó Ecomoda, una obra de teatro con el elenco original y un sinfín de adaptaciones en las que se contaba una historia idéntica y otra inspirada en la original.
Pero hay un detalle que no se conocía y es que el mismo presidente de Colombia en la época en que Betty estaba en furor, Andrés Pastrana, intervino en el libreto de la novela para salvaguardar el nombre del país, pues él sabía que Betty, la protagonista, ya era una “heroína” y no podía realizar cosas malas dentro de la historia, por eso llamó al mismísimo Fernando Gaitán para que cambiara la historia.
“Fernando Gaitán había escrito que los de Ragtela habían propuesto un soborno por debajo de la mesa a Betty, para que luego la junta directiva escogiera esa compañía y eso se grabó; Betty aceptaba el soborno, porque además empezaba a soñar qué iba a hacer con ese dinero”, inició contando la actriz Natalia Ramírez, quien interpretó a Marcela Valencia, en su canal de YouTube.
Esto se grabó y las escenas estaban listas para emitirse, pero la información se filtró hasta la Presidencia de la República y el mismo Pastrana tomó cartas en el asunto, haciendo una llamada directa a Gaitán para intervenir en el asunto e impedir que Betty recibiera dicho soborno.
“Oh sorpresa, Fernando recibe una llamada de Andrés Pastrana diciéndole que necesitaba que Betty no fuera a aceptar el soborno, que él ya había visto el capítulo en donde se enteraba de la posibilidad de que Betty aceptara el soborno… Según Pastrana, para la imagen de Colombia era importante que una heroína como se denominaba a Betty en ese momento fuera a aceptar un soborno, que no era un buen ejemplo ni para el país, ni para la ciudadanía, ni para los niños y tampoco para toda la gente que estaba viendo la novela en ese momento”, agregó la actriz.
Para sorpresa de todos Gaitán, le hizo caso a Pastrana y la historia fue diferente, mostrando lo que todo el mundo vio en la novela, haciendo que Betty reconsiderara lo del soborno y así todo se manejara de una forma ética, que al final se fue al traste con todo lo que sucedió con Ecomoda en manos de Beatriz y Armando, presidente de la compañía.
“Me imagino que la labia tuvo que ser muy grande para que Fernando cambiara su historia… Terminamos regrabando las escenas para que Betty más bien lo que hiciera, sería contarle Armando Mendoza que le habían hecho la propuesta de un soborno y que sale la gente con la que se estaban haciendo las negociaciones y que llenó de aceptado”, agregó Natalia, dejando claro que la influencia de la producción era máxima.
Cabe destacar que el mismo Andrés Pastrana también salió en la novela, pero en otra parte de la historia, cuando Betty ya está exiliada en Cartagena junto a su salvadora, Catalina Ángel, llevando las relaciones públicas del Concurso Nacional de la Belleza. Uno de los eventos del Reinado era presenciar la llegada del buque Gloria, donde estaría el mandatario.