El príncipe Harry siempre ha dado de qué hablar. Pero esta vez está en boca de todos no por ser protagonista de otra fiesta enloquecida sino por haber confesado en una emotiva y franca entrevista con el diario británico The Telegraph, que durante varios años se sumió en un “caos total” por no saber lidiar con la muerte de su madre. Como muchos recuerdan, el 31 de agosto de 1997 la princesa Diana de Gales falleció en un accidente automovilístico en París. En esa época Harry, de 12 años, tuvo que lidiar con el terrible duelo de perder a su madre frente a millones de espectadores, una situación que “ha tenido un efecto muy grave no sólo en mi vida personal, sino también en mi trabajo", le dijo Harry a la periodista Bryony Gordon."Mi forma de lidiar con ello era metiendo la cabeza en la arena. Negarme a pensar en mi madre porque, ¿eso cómo ayudaría? Solo iba a hacer que me entristeciera. No iba a traerla de vuelta", aseguró. Su estrategia de “apagar las emociones” lo llevó a vivir años de caos, durante su adolescencia. Con frecuencia era protagonista de las portadas de las revistas sensacionalistas del Reino Unido con titulares referentes a su vida de fiesta y por su rebeldía, sobre todo impulsada por su carácter agresivo. No fue sino dos décadas hasta los 28 años, después de la muerte de su madre, que el príncipe buscó ayuda psicológica después de sentirse “al borde de golpear a alguien”, según contó o de sufrir de episodios de ansiedad durante eventos reales. Este tiempo en terapia también le ayudó a soportar la ansiedad de cumplir con los compromisos reales.Contexto: Diana: su verdadera historiaMotivado por su hermano, el príncipe William, Harry accedió a buscar ayuda y a hablar más abiertamente sobre sus emociones, lo que le ayudó a exteriorizar todo lo que no le dejaba superar esa pérdida tan significativa. "Mira, realmente necesitas lidiar con esto. No es normal pensar que nada te ha afectado”, cuenta Harry que le dijo su hermano. "La experiencia que he tenido es que una vez que empiezas a hablar de ello, te das cuenta de que en realidad eres parte de un gran club", dijoA sus 32 años, el príncipe habla abiertamente sobre sus visitas frecuentes a su consejero y cuenta que practica el boxeo para controlar sus impulsos agresivos, actividades que, como él dice hacen que ahora esté en “un buen lugar”. "Esto no es solo es por ti, sino para todos los que están a tu alrededor porque te conviertes en un problema. Yo, a través de muchos de mis veinte años, era un problema y no sabía cómo lidiar con eso”, afirmó.Le recomendamos leer: Colombia es el octavo país con más gente deprimida en América LatinaHoy en día el hijo menor de Carlos y Diana es un ejemplo y servidor de su país. Se enlistó en el ejército como oficial del ejército británico y realiza constantemente visitas humanitarias a diferentes países; nadie duda que esos rasgos filantrópicos son heredados de su madre. De hecho, las experiencias en su trabajo en países en guerra como Afganistán, donde vio a compañeros heridos y otros moribundos, le ayudaron a entender mejor que este ámbito de la salud necesita tener una atención más profunda. Al tiempo negó que sus problemas provinieran de estas vivencias.El príncipe contó abiertamente su experiencia con el fin de animar a las personas a romper con los estigmas que rodean a quienes padecen problemas de salud mental o a quienes deciden buscar una ayuda extra para lidiar con las emociones. “Lo que estamos tratando de hacer es normalizar la conversación hasta el punto que cualquiera puede sentarse a tomar un café y hablar sobre las dificultades psicológicas sin señalamientos”, explica.También le sugerimos: Así es el dramático mundo de los hipersensiblesEsto se ha convertido en su lucha personal. Junto a su hermano, el príncipe William y su cuñada, la duquesa de Cambridge, fundaron “Heads Together”, una organización para promover la salud mental e incentivar a las personas para que sean más abiertas en cuanto a sus sentimientos y luchas personales.El testimonio del príncipe alrededor de problemas que afectan a millones de seres humanos en el mundo ha sido calificado de valiente y expertos señalan que motivará a muchos a buscar ayuda y de esta forma a disminuir el estigma sobre pedir apoyo psicológico. Pero sobre todo muestra que aún en el mundo de la realeza, donde todo parece ser perfecto, existen los mismos dramas de cualquier individuo.